Ofensiva contra las plataformas online que comercializan alojamientos turísticos ilegales
La administración catalana ha anunciado que combatirá la oferta turística no regularizada y tomará medidas contra las plataformas electrónicas que comercializan alojamientos ilegales, especialmente los apartamentos y viviendas particulares de uso turístico.
El consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, ha explicado ante el Parlamento de Cataluña que las empresas no regularizadas “representa una competencia desleal frente a otros tipos de alojamiento que pagan impuestos y que tienen que cumplir unos determinados requisitos de calidad, también suponen un perjuicio para los clientes, y distorsiona la oferta de calidad por la que estamos trabajando”.
Su departamento pondrá el foco en las páginas web que ofrecen viviendas de uso turístico. Tal y como informó Comunicatur, recientemente la Generalitat reformó la Ley de Turismo para obligar a las plataformas online a publicitar el número de Registro Turístico de cada establecimiento como garantía de legalidad. Cataluña ha sido pionera en la regularización de este tipo de alojamiento a pesar de que actualmente el 70% de la oferta todavía no está regularizada.
Para Puig, la proliferación de plataformas privadas de alquiler de apartamentos, viviendas turísticas y de habitaciones en domicilios “es positiva” en cuánto difunde la oferta pero “este nuevo medio abre posibilidades a la economía sumergida”. Por eso, desde la dirección general de Turismo ya han rastreado cerca de 2.000 páginas web y portales online que comercializan esta oferta y han abierto 57 expedientes sancionadores. Algunos de los expedientes se han trasladado a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones para que proceda al cierre de las plataformas.
Donde parece que la Generalitat quiere poner orden es en el alquiler de habitaciones individuales en pisos. Se trata de una oferta que ahora no está contemplada en la normativa de alojamiento y que según el Gobierno catalán no se puede inspeccionar porque se trata de domicilios privados y este tipo de alojamiento puede distorsionar la imagen turística de Cataluña como destino de calidad.