Uber monta una ingeniería fiscal en Europa para pagar sólo el 0,25% de sus beneficios
El gigante de la economía colaborativa, Uber, ha organizado su sistema fiscal internacional para no tributar prácticamente nada de sus beneficios en la Unión Europea. Una filial se encarga de recibir los pagos de clientes y paga el 99% de sus ingresos a otra filial en concepto de propiedad intelectual.
Uber se ha acogido a la legislación fiscal neerlandesa donde el pago de regalías (cánon por utilización de propiedad intelectual) no está sujeto a tributación. Las autoridades fiscales holandesas gravan sólo el 25% -Impuesto de Sociedades- sobre ese 1% de beneficio que le queda, es decir, un 0,25%. Este sistema desvelado por Bez.es permitiría la elusión fiscal. Las grandes empresas como los gigantes tecnológicos Google, Amazon, Apple y Facebook tienen modelos semejantes.
Bajo la economía colaborativa y el P2P se esconde un gran engaño en la tributación de beneficios en impuestos. En el caso de Uber, su matriz, Uber Technologies Inc., tiene sede en Delaware (un paraíso fiscal dentro de Estados Unidos) y en el extranjero opera con más de medio centenar de subsidiarias en todo el mundo. La principal compañía para su estrategia fiscal internacional es Uber C.V. International con matriz en Bermudas y con sede europea en Holanda a la que paga unos derechos de propiedad intelectual vaciando los beneficios a tributar.
¿Cómo funciona?
Todos los pagos efectuados por un pasajero de Uber en cualquier parte del mundo se envían a Uber Holanda. Según describen los investigadores de esta ingeniería, en el caso de España, la empresa envía el 75% de ese pago al conductor a través de la filial neerlandesa y mantiene el 25% restante (la comisión cobrada al conductor) como ingresos. Con esos ingresos en virtud del «acuerdo de licencia” para que el conductor utilice la aplicación con la que se presta el servicio, traspasa también el dinero para pagar derechos de licencia. Uber tiene sociedades independientes en cada país en el qué opera. Estas filiales no obtienen ingresos directos de los conductores y funcionan como empresas de apoyo.