Turismo rural: crecimiento sostenido
En los últimos cinco años, el turismo rural catalán ha registrado índices de crecimiento continuados, tanto de la oferta como de la demanda, según los datos de un reciente informe del Observatorio de Turismo de la Generalitat, que ha hecho recuento de las plazas de establecimientos hoteleros, campings y turismo rural, excluyendo sólo la oferta de apartamentos turísticos.
Al final de 2009, en Cataluña había casi 1.950 establecimientos de turismo rural, con unas 15.200 plazas, las cuales representan el 3,2% de la oferta de alojamiento turístico del país. La distribución de la oferta es bastante desigual en el territorio, con una mayor concentración en determinadas comarcas de interior y montaña. La marca Pirineus sigue en una cómoda primera posición, con el 40% de los establecimientos y plazas, seguida por la Costa Brava, que ha subido hasta un 20%.
La Catalunya Central ocupa la tercera posición, con más del 15% de la oferta global. Otras marcas como Terres de Lleida, Costa del Garraf, Costa de Barcelona-Maresme, Catalunya Central y Costa Daurada han aumentado de forma significativa su oferta de plazas, con índices de crecimiento de entre el 60% y el 110%.
Con respecto a la demanda, de los 207.000 viajeros y 679.000 pernoctaciones de 2004, se ha pasado a 329.000 viajeros y 1.017.000 pernoctaciones en 2009. Los datos de 2008 –antes de la crisis- eran aún mejores: 338.000 viajeros y 1.028.000 pernoctaciones.
La distribución territorial de la afluencia de viajeros y pernoctaciones va en consonancia con la oferta existente. La marca Pirineus ha registrado el mayor volumen de viajeros y pernoctaciones, alrededor del 45,5% del total del territorio, es decir, 5,5% por encima de su peso relativo en la oferta de plazas en Cataluña. La marca Costa Brava también tiene un mayor volumen de afluencia en proporción a su cuota: recibió más del 21% de los viajeros y 22% de las pernoctaciones totales, superando el 20% que representa dentro del total de la oferta catalana. La excepción la encontramos en la marca Catalunya central, que acogió un 13% de los viajeros y pernoctaciones totales, una cifra un poco inferior al 15% que representa su oferta en el conjunto del destino.
La principal clientela de los establecimientos de turismo rural sigue siendo la catalana (88% de los viajeros y 81% de las pernoctaciones totales). El turismo procedente del resto de España y el mercado extranjero se reparten lo que queda de demanda con cifras similares: 5% de viajeros y 7% de las pernoctaciones totales en el primer caso, y 7% de los viajeros y 12% de las pernoctaciones en el segundo.
En el conjunto de España, a fecha de agosto de 2009, había poco más de 14.400 establecimientos de turismo rural, con unas 132.600 plazas. En los últimos cinco años, Cataluña recibió el 12,2% de los viajeros y el 12,9% de las pernoctaciones, sólo por detrás de Castilla-León (22,6% y 19%, respectivamente). Hay que destacar que el volumen de demanda registrado en Cataluña fue ligeramente superior a la cuota de oferta de alojamiento (11,2% de los establecimientos y 9,7% de las plazas totales).
Informe del turismo rural en Cataluña