Turismo en Tierras del Ebro: navegabilidad y sostenibilidad
La potenciación del atractivo turístico de las Tierras del Ebro pasa por fortalecer su oferta vinculada al río, con la navegabilidad como uno de los primeros exponentes y la preservación del medio, permitiendo el desarrollo turístico y económico de manera sostenible.
La navegabilidad del río Ebro todavía es la asignatura pendiente para el turismo en Tierras del Ebro. Se han realizado estudios, impulsado proyectos, invertido cantidades importantes de dinero, etc, pero todavía la explotación de esta actividad no es del todo exitosa. La intención es crear una oferta turística de navegación fluvial recuperando su importancia como eje vertebrador del territorio, al mismo tiempo que se vincula con otros productos turísticos como por ejemplo la cultura, el deporte y la naturaleza.
El río Ebro registró unas 20.000 navegaciones durante el 2008 y podrían conseguir más de 100.000 en los próximos diez años. Este es uno de los objetivos que marcan abiertamente algunas voces del territorio. El Instituto para el Desarrollo de las Comarcas del Ebro (Idece) está trabajando para relanzar la navegabilidad del río. Su directora, Genoveva Margalef, presentó recientemente una propuesta ya estructurada para recorrer en piragua y durante 14 etapas, los 150 km del Ebro catalán. Margalef ha pedido públicamente el traspaso de competencias para poder gestionar mejor el tramo catalán del río y superar la complejidad del marco normativo actual.
A la explotación del territorio como recurso turístico las Tierras del Ebro se ha unido otra línea de trabajo paralela. Ha comenzado el debate para ser reserva mundial de la biosfera. Se prevé que en dos años la Unesco haga la declaración oficial. Este sello sólo lo tiene en Cataluña el parques natural del Montseny. Desde la administración catalana se quiere dejar claro que esta designación de la Unesco “no significa más restricciones ambientales, sino aprovecharlas para dar valor añadido a nuestros productos”. La marca de reserva de la biosfera debe hacer compatible la preservación del medio natural con un desarrollo económico sostenible.