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Thomas Cook amenaza con dejar las facturas por pagar y a más de 150.000 clientes colgados

La crisis financiera de Thomas Cook puede afectar a decenas de miles de clientes y a multitud de empresas turísticas que trabajan con él. El operador británico juega con ello para conseguir que los bancos acreedores y gobierno les saque las castañas del fuego.

Está a punto de declararse insolvente. Busca con urgencia 200 millones de libras para poder superar el bloqueo. En un comunicado el operador ha explicado que para tirar adelante su plan de rescate (una inyección de 900 millones de libras esterlinas) los bancos acreedores le exigen que consiga este préstamo adicional de 200 millones para asegurar su continuidad este próximo invierno.

La situación es crítica también para el futuro ya que las agencias y los turistas tendrán serias dudas sobre la solvencia de Thomas Cook. Los proveedores pueden decidir no correr riesgos evitando trabajar con el operador y los clientes también pueden evitar reservar viajes con ellos.

Aviación Civil y el gobierno británico tienen preparados los planes de contingencia para repatriar a los clientes de Thomas Cook de sus destinos tras la quiebra. Podrían ser entre 150 y 200 mil turistas. Este es un factor de presión sobre el gobierno que podría intervenir presionando a los bancos acreedores, algunos con participación pública, para que suavicen sus exigencias.

Cuando se encendieron las luces de alarma en Thomas Cook se anunció que el inversor chino Fosun se haría con el control del 75% del operador turístico y el 25% de Thomas Cook Airlines aportando la mitad de los 900 millones de libras necesarios para salvar la compañía. La mitad restante provendría de los acreedores de Thomas Cook.

Ahora proveedores y trabajadores necesitan claridad sobre el futuro de Thomas Cook. Cuanto antes mejor. Algunas informaciones hablan de hoteles que no quieren pillarse los dedos y están forzando a los clientes del operador a pagar la factura de la estancia sin esperar a la liquidación de Thomas Cook. Esta práctica, claramente abusiva e ilegal, indica los nervios e incertidumbre que está generando la propia compañía con sus comunicaciones públicas.

La compañía tiene 178 años de historia y es una de las más antiguas de Gran Bretaña. Cuenta con 9.000 empleados y su marca ha sido un referente por su reputación empresarial. Es el tercer operador turístico más grande del Reino Unido.

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