El gran complejo de turismo y ocio -con vinculación a los casinos y apuestas- que impulsa la multinacional Hard Rock junto a PortAventura sigue sin enviar noticias positivas sobre su futuro.

Las próximas fechas pueden precipitar el desenlace del complejo turístico en la Costa Daurada. Los terrenos donde se ubicará la inversión pertenecen a Criteria Caixa pero la Generalitat de Catalunya, con el objeto de garantizar la operación de compraventa a favor de Hard Rock, se hizo con una opción de compra. Cuando en 2018 se autorizó a Hard Rock a tirar adelante el proyecto se anunció que para el verano de 2019 se iniciarían las obras preparatorias. La realidad es que la multinacional aún no ha comprado los terrenos.

En mayo del presente año, cuando cumplía el plazo de un año concedido a Hard Rock, la empresa solicitó una prórroga y la Generalitat le concedió 6 meses, que están a punto de cumplir. La historia de esta inversión en los terrenos adyacentes a PortAventura parece gafada: primero el Eurovegas de Sheldon Adelson, después el BCN World del Veremonte de Enrique Bolaños y ahora el Hard Rock Hotel & Casino Tarragona propiedad de la tribu de los indios semínolas de Florida.



