Salvador Anton, director académico del III Congreso de Turismo de Cataluña
“El Congreso permite poner sobre la mesa factores clave que son fundamentales para la mejora de la competitividad y el posicionamiento de Cataluña"
"El Congreso no sólo ayuda sino que es una herramienta del sector para tomar las mejores decisiones”
• El tercer Congreso de Turismo de Cataluña llega en un contexto especial de crisis. ¿Como responsable académico ha tenido tiempo para adaptar el enfoque del congreso a la coyuntura actual?
El carácter transversal de las temáticas que se abordan (innovación, promoción, competitividad e internacionalización) y su incidencia en los resultados de las empresas permiten hacer una lectura de la situación del turismo en Cataluña teniendo en cuenta la actual situación económica y, especialmente, las tendencias previsibles en el corto plazo.
• ¿De qué manera?
Desde la perspectiva de la innovación se debate el papel que deben tener las redes de empresas, especialmente las pequeñas y medianas, y las organizaciones en la creación de mecanismos que desarrollen dinámicas innovadoras. Desde el ámbito de la competitividad se aborda especialmente, entre otras cosas, la necesidad de adecuar el sistema de regulaciones que condiciona la actividad de las empresas en el sector de forma que sea más eficiente y menos costoso. Con respecto a la promoción se aborda de manera particular el papel de los nuevos mecanismos e instrumentos de comunicación y comercialización tanto para adecuar los productos a las expectativas de una demanda que también varía sus pautas de consumo como desde la visión que estos nuevos mecanismos pueden aportar nuevo valor a la empresa. Finalmente, la internacionalización se observa, precisamente, como una estrategia para diversificar riesgos y mejorar los resultados.
• ¿Cree que el Congreso ha de ayudar al sector a tomar decisiones estratégicas o no es esta su función?
Las decisiones se deben tomar en los ámbitos empresariales, asociativos, corporativos o administrativos que correspondan en cada caso y respeto a cada cuestión concreta. Ahora bien, el Congreso permite poner sobre la mesa factores clave que son fundamentales para la mejora de la competitividad y el posicionamiento de Cataluña, sus empresas y sus destinos, desde la perspectiva del turismo. Desde este planteamiento, claro está, el Congreso no sólo ayuda sino que es una herramienta del sector para tomar las mejores decisiones.
• ¿Cuáles son estas decisiones estratégicas que requiere el sector?
Hacen referencia a aspectos ya indicados antes y que se traducen en cuestiones internas, del propio sector, como la ampliación de los mecanismos de creación de valor, la ejecución de reformas estructurales, la mejora de la calidad, la incorporación de nuevos sistemas de comercialización, la asunción de la responsabilidad social o la apuesta decidida por la l+D+i, pero también externas como son las que hacen referencia a las infraestructuras, a los sistemas normativos, a la gestión de la movilidad, a la logística (especialmente los sistemas de transporte) o a la reinvención de los destinos ya consolidados. Al fin y al cabo se puede traducir en propósitos ampliamente requeridos desde muchos ámbitos sociales como la reducción de la estacionalidad, las mejoras en las dinámicas de los mercados de trabajo turísticos, el aprovechamiento del turismo para promover procesos económicos de amplio alcance o el reforzamiento de la identidad, entre otros
• ¿Comparte la opinión que el sector turístico no se puede permitir aplazar decisiones o piensa que la situación del turismo no es tan negativa como algunos se piensan?
Conviene tomar decisiones y, especialmente, una vez tomadas, actuar en consecuencia. La tradición turística de Cataluña y, en especial, de algunos de sus destinos permite hablar de un sector consolidado pero también maduro en determinados aspectos. Teniendo en cuenta esta situación se debe actuar. La trayectoria trazada hasta ahora es sólida y un punto de partida magnífico para seguir liderando la dinámica del sector en diferentes ámbitos y modalidades, especialmente el vacacional de playa y el urbano. Por el contrario, hace falta profundizar en modalidades menos desarrolladas hasta el momento y de gran proyección como el rural o las asociadas a determinados productos específicos.
• ¿Cuál ha sido la función de las jornadas previas descentralizadas del congreso? ¿Llegamos en Port Aventura con el trabajo hecho o hemos de esperar grandes aportaciones?
Las jornadas previas han servido para poner sobre la mesa de debate los temas que preocupan al sector empresarial convocado por el Consell de Cambres en relación a los ejes temáticos definidos. Han permitido aportar también, a través de las aportaciones realizadas, unas primeras conclusiones parciales y recomendaciones -tanto internas como externas- que la sesión plenaria del Congreso deberá ratificar a través de los mecanismos de participación (sesiones paralelas especialmente) que se han programado.
• ¿De qué manera el Congreso puede aportar al sector mayor autonomía a la hora de determinar su futuro?
En la medida que aporta solidez en los planteamientos, consenso en las estrategias a seguir y representación por la fuerza de los agentes que se comprometen.
• ¿El Congreso ha de adoptar una estructura permanente para hacer seguimiento de sus conclusiones e interrelacionarse con las instituciones?
Esta es una función que corresponde al Consell de Cambres y que ya ha sido programada entre el II Congreso (realizado el año 2004) y el actual. De esta manera se ha ido haciendo el seguimiento -y se seguirá haciendo- de las conclusiones a las cuales se llegue y de las recomendaciones que se propongan.
• ¿La modernización del sector pasa por la de sus directivos? ¿Cuál es su nivel actual?
Como en cualquier otro sector, la capacitación, la responsabilidad y la actitud de las personas que trabajan es fundamental. Más en este qué una parte del éxito de la actividad corresponde a la bondad de las relaciones interpersonales que se establecen tanto internamente en la empresa como con los visitantes. Esta constatación es válida para cualquier nivel de responsabilidad incluida la de los directivos. Con tantos años de tradición a la espalda en Cataluña, podemos decir que tenemos una importante tradición directiva en la empresa turística que ha incorporado progresivamente y de manera amplia tanto la formación como la formación continua entre sus estrategias. Esto, que es una buena noticia, no debe hacer pasar por alto la necesaria calificación de los profesionales y directivos que trabajan en el sector y su implicación también con los proyectos formativos de todos los niveles (profesionales, universitarios de grado superior y de alta dirección) que existen actualmente en el país. La incorporación de nuevos profesionales y directivos venidos directamente de estos ámbitos se ha demostrado, en este sentido, un factor clave de mejora de la competitividad de las propias empresas que los han acogido.