¿Quién dijo que el AVE privado será una realidad?
Las trabas para la puesta en marcha de un AVE privado en España siguen creciendo. De poco sirvió el anuncio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autorizando un nuevo operador ferroviario conviviendo con Renfe y sobre las mismas vías si los posibles operadores no pueden contar con convoyes.
ILSA, empresa controlada por Air Nostrum, tiene autorización para operar de forma privada la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Montpellier, pero no disponen de trenes y Renfe ha hecho todo lo posible para no facilitar el alquiler de ningún convoy. De hecho, ha liquidado la sociedad Renfe en Alquiler para, según dicen, evitar que sus competidores les alquilen sus trenes.
La conexión de ILSA tiene asignadas diferentes paradas: en Madrid, Zaragoza, Barcelona, Perpiñán, Narbona y Montpellier, y por tanto en la práctica explotará también la exitosa conexión Madrid-Barcelona. Aunque la liberalización del tráfico ferroviario nacional está prevista para el 2020, la compañía quería adelantarse utilizando la liberalización ya existente del transporte ferroviario internacional. Los requisitos son que el 20% del recorrido sea en el extranjero y el 30% de los pasajeros tengan salgan o lleguen a un destino de fuera de España. Así ILSA quería anticiparse a futuros competidores.
Ahora deberán encargar trenes nuevos o traerlos de otros países. Todo ello supondrá una demora de años. El Gobierno, así, entorpece a los operadores privados y gana tiempo para que Renfe siga explotando en monopolio la única ruta de alta velocidad que es rentable en España.