Pasar de 6 millones de turistas anuales a sólo 45
La isla indonesia de Bali lleva dos años sin recibir visitantes. Es uno de los ejemplos más drásticos del impacto de la pandemia sobre el turismo.
Llama la atención los datos mostrados en el reportaje de J.F. Alonso en ABC. El paraíso turístico de Bali “ha pasado de 6,2 millones de visitantes en 2019 a solo 45 este año.” La isla lleve casi dos años sin recibir turistas. Ha permanecido cerrada y cuando ha abierto los viajes ha impuesto condiciones complicadas para los turistas (visado especial a 300 dólares, seguro específico de salud, PCR antes de volar y otra a la llegada, cuarentenas de 10 días para todos, incluso vacunados)
De los millones de europeos, asiáticos y australianos que escogían este paraíso como destino han pasado a unas pocas decenas. El Aeropuerto Internacional Ngurah Rai ha estado cerrado y en el último trimestre del año ha operado vuelos internos de conexión con la capital del país, Yakarta. La llegada de los 45 ha sido por mar, en embarcación privada. Sin duda es la cifra más baja registrada nunca en Bali.
La economía de Bali se ha resentido fuertemente. Se trata de una isla en la que la población vive con índices de pobreza y el golpe al turismo ha empeorado la situación.