Palma, punta de lanza para poner un nuevo rumbo al turismo

Miles de personas -más que en la primera manifestación- han salido a las calles de Palma de Mallorca para reclamar un cambio en el modelo turístico de las islas. Los manifestantes exigen poner límites al turismo y pensar en los residentes.

La masificación turística que sufren las Islas Baleares, según los convocantes, está amenazando la vida de sus habitantes. «Cambiemos el rumbo, pongamos límites» es el lema que han coreado por el centro de Palma la plataforma Menos turismo, Más vida. Entre las exigencias se encuentra la moratoria en la llegada de cruceros, la reducción de vuelos, la reconversión de hoteles o la limitación en la entrada de vehículos.

El cambio de modelo que reclaman está respaldado por más de cien entidades del mundo vecinal, ambiental, sindical y cultural. En la manifestación participaron 12.000 personas según la delegación del Gobierno y 50.000 según la organización. Sea una u otra, la cifra es muy superior a la primera manifestación, lo que da señal de que el movimiento no se detiene y Palma encabeza el movimiento de protestas en España contrarias al turismo.