Los efectos de la sequía y las restricciones preocupan al turismo
El sector empresarial del turismo se ha manifestado sobre la situación de sequía. Expresan la necesidad de contar “con un sistema especial de protección” que les permita sobrevivir a este período de sequía para así seguir generando riqueza y puestos de trabajo en el futuro.
En el manifiesto Economía, Agua y Futuro, consideran que el debate actual está centrado en el conflicto entre territorios por los trasvases y en los distintos usos del agua (de boca, agrario, industrial o turístico). Los empresarios quieren «afrontar este problema de forma responsable y seria». La sequía afecta mucho al turismo porque es un sector que necesita agua para muchos usos y actividades.
El sector turístico, como los alojamientos hoteleros y los campings, se defienden diciendo que tiene una “larga experiencia en materia de uso racional del agua, que implica, aprovechamiento, reaprovechamiento, reutilización y ahorro. Es un sector que está a la vanguardia en materia de buenas prácticas de ahorro de agua”.
Cientos de miles de puestos de trabajo dependen de la temporada turística
En un comunicado la FIHRT (Federación Intercomarcal de Hostalería, Restauración y Turismo) da por hecho que «la industria turística se enfrenta a unos meses duros» al tratarse de una «sequía histórica». La fórmula ideal sería ¿cómo afrontar una situación de emergencia sin perjudicar ni a la ciudadanía ni a la marcha económica del país? Recuerdan que si el turismo se paraliza se afecta directamente al 15% de los puestos de trabajo y al 12% del PIB de la economía del país.
El sector se esforzará por sensibilizar al cliente para que, sin repercutir en los estándares de confort, sean parte activa en el uso racional del agua. Y pide al Govern que ayude al sector turístico en lo que sea necesario para que este episodio perjudique lo menos posible el desarrollo de la próxima temporada turística. Consideran que una mala gestión hacia el sector podría afectar al prestigio de Cataluña como destino turístico.
El problema actual, para los empresarios, «no viene de ahora, sino de la mala planificación de los Gobiernos y de los vaciados de los pantanos y embalses realizados por las hidroeléctricas, con un carácter puramente especulativo», dice la FIHRT.