Arabia Saudí quiere hacer sombra a Dubái emulando su captación de turismo internacional. A base de inversiones millonarias quiere atraer para 2030 la cifra de 55 millones de turistas extranjeros.
Según escribe el periodista Xavier Martínez-Galiana en una información de elEconomista, Arabia Saudí invierte billones para convertirse en la Meca del turismo. La noticia explica que el príncipe heredero Mohamed bin Salmán está captando el interés de las empresas españolas. Desvela que en el mes de junio viajaron hasta la capital del país las multinacionales Acciona, Amadeus, FCC y Hesperia, entre otras, para explorar inversiones.
Riad quiere competir con Dubái y abrir nuevas fórmulas de ingresos más allá del petróleo. Quiere explotar sus atractivos turísticos llenos de contrastes entre la tradición y la modernidad. El conocimiento occidental sobre este país islámico es bajo y está muy estereotipado. Todo ello lo pueden convertir en un destino atractivo.
El reino saudí tiene experiencia en acoger turistas, pero todos orientados a las peregrinaciones religiosas musulmanas a las ciudades santas de Medina, en la que murió Mahoma en junio del 632, y la Meca, centro espiritual del islam. Sus respectivas mezquitas son los lugares más sagrados del islam, a los cuales les está estrictamente prohibido el acceso a los no musulmanes.
Comparando Arabia Saudí con su vecino Dubái el país cuenta con más riqueza turística y patrimonio que el pequeño emirato. La estrategia del reino saudí pasa por invertir 1 billón de dólares en diez años para convertirse en un destino turístico de masas. A lo largo de 2019, llegaron a Arabia Saudí 17.500.000 turistas Internacionales, en 2030 el objetivo es alcanzar esos 55 millones. Cabe recordar que en septiembre de 2017 The Saudi Comission for Tourism and National Heritage anunció el lanzamiento del visado de turismo que hasta el momento era inexistente.
El principal escollo que tendrán los saudís para atraer al turismo es que el país es una dictadura que no respeta los más elementales derechos que si existen en las sociedades occidentales libres y democráticas.