Las residencias universitarias hacen competencia desleal a los hoteles
Residencias universitarias, de estudiantes y colegios mayores basan parte de su negocio en ofrecer alojamiento a clientes ajenos al mundo educativo. Aprovechan sus instalaciones para operar como hoteles de forma ilegal haciendo competencia desleal a los establecimientos turísticos.
Algunas se ofrecen incluso en plataformas de intermediación claramente turísticas y no esconden su doble servicio: estudiantil y turístico. Defienden que para garantizar su subsistencia y mantener el servicio que dan a la comunidad educativa les es imprescindible buscar fuentes de ingresos extra. La utilización de las habitaciones desocupadas durante periodos de corta estancia o en el periodo vacacional les permite un plus económico.
En el caso de la ciudad de Barcelona el ayuntamiento ya ha iniciado un proceso sancionador contra cerca de una veintena de residencias de este tipo. Se exponen a sanciones que pueden llegar a los 600 mil euros. Los inspectores han detectado en Internet esta actividad de reserva de habitaciones como si fuera una hotel. Sólo en Barcelona hay más de 40 residencias y colegios estudiantiles que pueden llegar a tener entre 5.000 y 6.000 plazas.
La legislación turística catalana impide la reserva de habitaciones en estancias menores a 30 días a los establecimientos no reglados como turísticos. Las residencias universitarias no se encuentran en este ámbito y se rigen por una normativa propia de Universidades. Los representantes de este sector están manteniendo contactos con la administración para intentar evitar las sanciones y que se las regularice. Los centros vacios durante los meses de verano en una ciudad como Barcelona son un atractivo muy importante que los centros no quieren dejar escapar.