Las cuentas de la aerolínea low cost líder en España y Europa
Una compañía ha superado los 1.000 millones de euros de facturación en España y sus movimientos afectan, y mucho, a los destinos turísticos. Las decisiones empresariales de una aerolínea low cost deja en jaque a administraciones y sector turístico.
En España, Ryanair ha ingresado 1.006 millones euros en el ejercicio 2018-19, según datos publicados por Expansión. Estos ingresos de la aerolínea low cost irlandesa suponen el 13,1% del total facturado por el grupo (7.697 millones de euros)
Ha aumentado sus números en el mercado español de forma considerable últimamente. En el pasado ejercicio la facturación en España ha crecido un 8,2% y un 22,5% en los dos últimos años.
Con estos resultados España es el tercer país que le genera más ingresos a la aerolínea, solo superado por Reino Unido con 1.714 millones (22,2% del total) e Italia con 1.441 millones (18,7%). En estos tres países Ryanair concentra el 54% de su facturación.
Las amenazas que realizó de cierre, a partir del 8 de enero de 2020, de cuatro de sus bases en España son una muestra más de su manera de hacer tan peculiar y fuera de lo habitual. Siempre polémica, Ryanair es la compañía controvertida que ha mantenido en funcionamiento multitud de aeropuertos regionales pero que canibaliza la actividad allí donde opera. En el caso de España lidera la actividad en 17 de los 27 aeropuertos a los que vuela. Siguiendo en España -datos del primer semestre del año publicados por Expansión- ya ha transportado a un 68% más de pasajeros que Vueling.
El objetivo de la compañía irlandesa es optimizar al máximo todos los recursos, tanto propios como ajenos. No deja de presionar para obtener más ingresos de los acuerdos con administraciones locales y autonómicas que la Unión Europea tiene bajo su lupa. Ajusta laboralmente a sus plantillas tanto como puede. Racanea con el combustible en las aeronaves, lanza globos sonda sobre propuestas que colisionan con las normas de navegación aérea y monta distracción permanente en sus vuelos para los pasajeros a modo de tómbola, aunque con la retirada de Michael O’Leary de la primera línea de la compañía, las performances también han ido desapareciendo.
Pero como informa el diario económico, a pesar de su liderazgo, en los últimos 12 meses Ryanair ha perdido el 38% de su capitalización, hasta 9.600 millones de euros.