Las claves de las kellys para superar su invisibilidad
«Somos las mujeres que limpiamos.» es la frase con la que se autodefinen «Las Kellys», las mujeres del colectivo de limpieza principalmente de alojamientos turísticos. Un estudio de la UOC y la UAB explica la estrategia que las ha convertido en un movimiento social.
Las kellys han logrado que sus reclamaciones laborales tengan una amplificación que ha llegado al debate público. La atención mediática de su movimiento ha contribuido a dignificar su profesión y sirve de inspiración a otros colectivos, según el estudio universitario. En 2016, se presentó oficialmente el movimiento «Las Kellys» en defensa de sus condiciones laborales.
Son muchas las imágenes de las representantes de estas mujeres con responsables políticos en distintos ámbitos, desde el Palacio de la Moncloa hasta el Parlamento Europeo. Ésta ya ha sido una primera victoria. Su trabajo, que se realiza de forma discreta y en un segundo plano en los alojamientos, ha pasado a estar muy presente para la sociedad.
Somos la base estructural del hotel
Los investigadores de la UOC y UAB sitúan en la reforma laboral de 2012 “las consecuencias directas y muy negativas” para las trabajadoras que limpian las habitaciones y los espacios comunes de los hoteles. Las camareras piso a menudo realizan “jornadas laborales largas y extenuantes a cambio de salarios muy bajos y condiciones precarias. A esto se suma el hecho de que se trata de un trabajo feminizado, infravalorado ya menudo invisibilizado”, explican.
Uno de sus eslóganes es «Somos la base estructural del hotel». Con esta idea los autores del estudio señalan que las camareras de pisos quieren identificarse como trabajadoras clave en el negocio de los hoteles. La de la limpieza es un trabajo básico en la actividad turística.
Ahora, el colectivo está teniendo fuerza para transformar sus relaciones laborales con modificaciones en sus condiciones contractuales.
