Las celebridades, los peores pasajeros en primera clase, según una azafata

Un reciente artículo publicado en el Daily Telegraph ha sacudido las redes al revelar el comportamiento de las celebridades a bordo de vuelos comerciales. Paula Gahan, azafata con más de una década de experiencia en aerolíneas de primer nivel, asegura que muchos de los rostros más conocidos de la industria del entretenimiento distan mucho de la imagen amigable y cercana que proyectan en público.
En su columna, Gahan destaca que, en su experiencia, las celebridades «más queridas» por el público suelen ser, en realidad, las más difíciles de tratar en los vuelos. En contraste, menciona a Liam Gallagher, el icónico exlíder de Oasis, como el mejor pasajero que ha atendido, destacando su simpatía y sentido del humor. Asimismo, resalta a Victoria Beckham como una de las pasajeras más apreciadas por la tripulación, describiéndola como «la patrona de los asistentes de vuelo» por su amabilidad y respeto.
Sin embargo, no todos los famosos dejan una buena impresión. En el artículo, se menciona a una superestrella del pop que, ante la emoción de un miembro del personal que intentó interactuar con ella, le respondió con una frase cortante y despectiva. Además, otro ícono de la industria fue señalado por haber dejado el baño en condiciones tan deplorables que incluso el capitán del avión tuvo dificultades al usarlo.
Otro grupo que recibe críticas en el artículo es el de los influencers. Según la autora, estos pasajeros se centran más en documentar su experiencia en redes sociales que en disfrutar el viaje, filmando y repitiendo tomas constantemente para aparentar una vida lujosa.
El testimonio de Gahan ha generado un amplio debate en redes, con opiniones divididas sobre el verdadero comportamiento de los famosos en la vida privada. Su experiencia refleja el contraste entre la imagen pública de muchas celebridades y su actitud fuera de los reflectores. A pesar de no revelar nombres de los peores pasajeros, su artículo ha despertado la curiosidad y la indignación de muchos lectores.
Este tipo de testimonios refuerzan la idea de que la fama no siempre está ligada a la educación y el respeto, y que, incluso en los cielos, el comportamiento de los pasajeros puede marcar la diferencia entre un vuelo placentero y una experiencia para el olvido.