La temporada turística se escapa por los pelos de la crisis económica de septiembre
La economía entrará en recesión pasado el verano, el sector del turismo salvará los meses de mayor actividad por poco
La recesión económica llama a la puerta. Las alarmas se han activado en Europa ante una previsible llegada de crisis económica a partir de septiembre.
El turismo ha podido realizar una temporada de verano positiva antes que las economías europeas no entren en recesión. Los factores que dibujan este panorama: el alza de precios que ha generado una inflación de dos dígitos; las dificultades de suministro de gas que puede ser especialmente grave en Alemania, motor económico, y la evolución que el mercado laboral está sufriendo, excepcionando los subsectores vinculados al turismo y la hostelería.
Tan elevada inflación no se sufría en España desde 1985. La economía española se sitúa en un escenario como el de hace 37 años. Vertiginoso crecimiento del IPC que conlleva una pérdida de poder adquisitivo. El consumo se resentirá, la demanda caerá y la recesión llegará.
Es una incógnita cómo se comportarán los mercados emisores de turismo en el futuro. Toda la caja que realicen las empresas turísticas este verano es bienvenida. El gobierno español se ha conjurado para enviar mensajes positivos negando un escenario de recesión en el futuro. El ministro de la Seguridad Social, José Luís Escrivá, cree que las posibilidades de recesión son «muy bajas» y lo argumenta confiando en la contribución que tienen los fondos europeos y el volumen de ahorros de las familias.