La policía catalana elimina los traductores para turistas
La Consejería de Interior de la Generalitat ha decidido, a las puertas del verano, eliminar de las comisarías de los Mossos de Escuadra los servicios de traductores que prestaban a turistas. La medida la justifican por ahorro que supone, unos 200 mil euros. El sector turístico catalán ha pedido la restitución inmediata de este servicio.
Las zonas clave para el turismo no contarán con ningún traductor permanente que ayude, como se hacía cada verano, en las denuncias de delitos. En la capital catalana, Plaza Cataluña o el aeropuerto de Barcelona, no habrá ningún intérprete. Los municipios costeros como Salou, Cambrils, Lloret, Roses, Blanes, Calella o Pineda de Mar también pierden los traductores habituales.
Interior sugiere que sean los propios guías los que atiendan a los turistas en este servicio, pero no todos los turistas van acompañados de guías, ni estos tienen porqué asumir estas funciones. Otras alternativas son hacerse acompañar de un amigo que domine el idioma o de alguna persona de la agencia de viajes receptiva o del establecimiento dónde esté alojado.
La eliminación del servicio “perjudica gravemente el grado de atención fundamental que se da a los visitantes y por lo tanto, afectará de manera exponencial la imagen del destino”, afirman desde la Confederación Empresarial de Hostelería, Restauración y Apartamentos Turísticos de Cataluña. La entidad no había sido informada de la medida.
Los empresarios han rechazado frontalmente esta medida y la consideran inaceptable. Piden la restitución del servicio abogando el peso que el sector turístico tiene para el conjunto de la economía catalana.
Refuerzan la seguridad policial a cruceristas
Por otra parte, la policía autonómica ha activado un plan especial en el puerto de Barcelona cuando llegan los cruceros. El objetivo es minimizar los hurtos que comenten ladrones que se mueven por las inmediaciones del barrio de Ciutat Vella.
Los Mossos activan patrullas de paisano coincidiendo con la llegada de los barcos. La concentración en un mismo día de miles y miles de cruceristas los convierten en víctimas propicias. El plan especial policial se pone en marcha en las franjas de mañana, entre las 8 y las 11, y de tarde, entre las 2 y las 5.