La nueva ciudad para situar el Hermitage
Desgastados por el constate rechazo del Ayuntamiento de Barcelona los promotores del museo Hermitage han tirado la toalla tras diez años de intentos por instalarse en la capital catalana.
Los impulsores del proyecto se retiran ante la imposibilidad de contar con la colaboración institucional. Aunque el impulso del museo es a cargo de capital privado y que los terrenos para su instalación tenían el visto bueno de la Autoridad Portuaria de Barcelona, la clara oposición que ha mantenido el Consistorio de la ciudad ha doblegado las ganes de los promotores.
Barcelona se queda sin una delegación del museo Hermitage pero el ayuntamiento se defiende apostando por compensarlo con ubicar una sucursal del Gran Teatre del Liceu en los antiguos cines Imax del puerto.
Mientras, la sociedad promotora del Hermitage reclamará al ayuntamiento, por vía judicial, una indemnización por el dinero invertido hasta el momento. Algunas fuentes periodísticas calculan que la empresa solicitará hasta 100 millones de euros por el bloqueo municipal.
El sector turístico de la ciudad ha sido claro defensor del Hermitage y hasta los vecinos de la Barceloneta, barrio sometido a una alta concentración de turistas ubicado junto al puerto, lo veían con buenos ojos porque atraería a la zona visitantes de calidad ligados a la cultura.
La ciudad de Málaga ya se ha postulado para ser la sede de la sucursal del museo. No han tardado en recordar que desde hace algunos meses trasladaron su interés en acoger la instalación si fallaba la apuesta por Barcelona. La capital de la Costa del Sol cuenta con sedes del Pompidou, Thyssen y Picasso. Otras ciudades candidatas en las que puede recalar el Hermitage son Valencia, Madrid o Sevilla
