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«La economía colaborativa es una realidad que el turismo no puede obviar, necesitamos conocerla y gestionarla para que no genere problemas»

ENTREVISTA A OCTAVI BONO, DIRECTOR GENERAL DE TURISMO DE LA GENERALITAT DE CATALUNYA

Octavi_bono2Octavi Bono (Riudoms, 1968) es una de las personas que mejor conoce el sector turístico de Cataluña. Diplomado en Turismo, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, Master en Dirección Pública y doctorando con una investigación sobre la gobernanza en el sistema turístico catalán, llevaba 21 años al frente del Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona, desde donde lideró con éxito la estrategia turística en el Camp de Tarragona, la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre. En el mes de Julio de este año sustituyó a Marian Muro al frente de la Dirección General de Turismo de la Generalitat de Catalunya.

¿Se siente un poco continuista de la línea que abrió Marian Muro?
He aplaudido repetidas veces el buen trabajo de la anterior directora general. También era mi directora general! Conocía su trabajo y la valoraba muy positivamente. Pero entiendo que no se trata de continuidad o no. Hay elementos que impulsó y que debemos cuidar, com el impuesto turístico o la regulación de las viviendas turísticas. Pero también está la posibilidad de aplicar una mirada propia sobre lo que se espera que sea mi tarea. Hay unos elementos orientadores, como el Plan Estratégico, el Plan de Marketing, las directivas 2020, elementos normativos que nos condicionan. Pero también hay aspectos donde quiero poner un acento especial, una mirada atenta. El conocimiento, la información de valor para la estrategia, la generación de inteligencia al servicio de la competitividad. También una especial atención a la imagen de la marca “Catalunya” y del conjunto de las marcas, para protegerlas y elevar su valor. Una especial atención a la generación de colaboración y de espacios en red. Una idea de proximidad con el sector, al cual acompañaremos, pero al que también reclamaremos una máxima sensibilidad por la calidad de los servicios y por la innovación. También tendremos un especial cuidado en acercarnos al desarrollo profesional del colectivo de técnicos gestores del ámbito público para conseguir una mejor capacitación y reconocimiento.

El nuevo Reglamento de Turismo está en fase de aprobación. Uno de los temas que aborda es el de la legalización de habitaciones en pisos particulares, que ha generado mucha polémica llegando incluso a multar a una empresa como Airbnb. ¿Mantendrá la mano dura con las plataformas que promocionen este tipo de oferta? ¿Cómo está el tema de la multa?
No pedimos a esta compañía nada que no pidamos a cualquier otra, y es que opere con una oferta reglada y lo publicite, es decir, que aquello que ponga en circulación en el mercado responda a una oferta reglada e inscrita. Hay un procedimiento iniciado en cuanto a la sanción, que sigue su curso. Eso continua en paralelo al impulso del Reglamento, que tiene una tramitación de carácter administrativo, pero que en ningún caso entorpece ni aporta velocidad a un expediente sancionador generado por otra razón. Esta idea del fenómeno de la economía colaborativa en el cual también está implicado el sector turístico es una realidad que no podemos obviar, pero esto sigue siendo una actividad turístic y necesitamos conocerla y poderla gestionar, porque si no, se generan otros problemas. Naturalmente el ejercicio de vigilancia sobre las actividades se mantendrá con la intensidad necesaria como se ha hecho en los últimos meses. Hay una normativa que hay que cumplir y los ajustes que pueda haber en la norma –porque hay un marco que está siendo objeto de revisión- ya llegarán.

En el nuevo Reglamento, ¿hay alguna incidencia sobre las agencias de viajes?
La regulación de las agencias de viajes en el Reglamento es muy menor, porque las directivas de Bruselas sitúan el turismo un poco lejos de la regulación de este ámbito de la intermediación. Son los ámbitos del comercio y del consumo los que operan de forma más decidida en temas de las garantías asociadas a los servicios que puede recibir el consumidor final. Algunos elementos vinculados al registro de empresas o personas que se dediquen a la intermediación sí que seguirán vinculados a la Dirección General de Turismo, pero será una mínima conexión.

En consejero, Jordi Baiget, se ha mostrado partidario de incrementar los importes de la Tasa Turística. ¿Cree que así se daría respuesta a la demanda de la ciudad de Barcelona?
Desde el Govern y después de tres años de aplicación del Impuesto, se cree que ha llegado el momento en que la revisión podría tener sentido. Pero existe el compromiso de que dicha revisión tenga el consenso necesario. La solicitud de Barcelona, sinceramente, me parece que es una petición de máximos de difícil encaje. Estamos hablando de un impuesto que ofrece la posibilidad de generar política turística y recursos en el propio país. Fragmentar este concepto sería tan inapropiado como hacerlo con otro impuesto. Ya hay una transferencia, que en el caso de los entes locales se sitúa alrededor del 30%, y que en el caso de Barcelona es ligeramente superior.

¿Tiene la sensación de que el turismo ha pasado de ser tratado como una actividad que ayudó a mitigar la crisis económica, a ser menospreciado?
Qué injusto es que tan sólo hace unos meses el discurso generalizado en cuanto al sector era “qué afortunados somos de tener un ámbito productivo que tenga esta capacidad de resistencia y esté haciendo esta aportación de valor en un momento tan difícil”, y que hayamos hecho un tránsito, prácticamente sin darnos cuenta, hacia un discurso generalizado, lanzado desde el entorno de Barcelona, donde parece que el turismo es un fenómeno cuestionado desde muchas perspectivas. Seguramente este discurso sitúa determinados focos que requieren  una atención y una actuación, para que no haya disfunciones con la ciudadanía y los residentes, ni incomodidad para nadie. Pero está muy focalizado en la ciudad de Barcelona básicamente, y no se ve de la misma manera en el conjunto del país.

La palabra “saturación” planea sobre el turismo de la ciudad de Barcelona…
Mi punto de vista es que, más allá de que haya espacios que requieran una mirada atenta para actuar de forma decidida, estaríamos hablando más de un problema de comportamiento y de civismo en algunas horas, y no tanto de volumen en su conjunto.

El producto “sol y playa” es básico para Cataluña. ¿Cuál es el factor que no podemos descuidar? ¿Tenemos una planta hotelera renovada? ¿Se tomará alguna medida desde la Generalitat para abordar la renovación y modernización del “sol y playa”?
Desde la Dirección General mantendremos la mirada atenta y daremos impulso, por diferentes vías e instrumentos, al conjunto de la actividad turística del país y a su pluralidad –tanto territorial, como sectorial y de productos-. Seguiremos lanzando una mirada atenta a los “micronichos” y segmentos pequeños, que nos permiten aprovechar mejor la actividad turística en zonas del país donde la actividad no es tan grande, pero defenderemos de una manera desacomplejada –y utilizo la palabra con toda consciencia- todo aquello que gira alrededor de los productos generadores del grueso más importante del sector turístico, ya sea turismo de sol y playa en el litoral –desacomplejadamente-, ya sea el turismo urbano en la ciudad de Barcelona –desacomplejadamente-, ya sea la nieve en el Pirineo –desacomplejadamente-. Y todo esto es compatible.

Octavi_Bono_cat¿Pero no cree que hay una sensación de estancamiento en la evolución del sol y playa?
Ahí es nada lo que ha evolucionado el turismo en el litoral!: no vamos las mismas horas –en cuanto a número de horas-, ni en el mismo momento del día y, seguramente, alguna de las actividades que llevamos a cabo [en la playa] se ha ido diversificando. En nuestras playas hemos puesto ludotecas, gimnasios, actividades de componente deportivo y náutico más sofisticadas…todo esto también es evolución. Pero pondré un ejemplo concreto: uno de los productos más asociados al litoral catalán es el cámping. ¿No ha hecho una evolución extraordinaria en los últimos años este producto? ¿No se ha adecuado a otras dinámicas de la demanda para ofrecer otros servicios y otras propuestas y enriquecer la experiencia de lo que sucede en su interior? Hoy es un producto distinto. Por tanto, el sector en el litoral es extraordinariamente dinámico. Claro que aún lo podemos hacer mejor, pero seguiremos teniendo en nuestro litoral uno de nuestros principales productos y en esta Dirección General a alguien que lo defenderá.

El empresario de “sol y playa” va también en la línea de la Dirección General?
¿El empresario o la propia demanda? No podemos generalizar o categorizar, porque hay de todo. También gente con una extraordinaria sensibilidad por la calidad y gente que hace políticas muy complejas y sofisticadas por la gestión de sus precios. Todo este sistema, desde una visión superficial, puede ser concebido como que ha cambiado poco, pero todo es mucho más sofisticado: las políticas de precios, la diversificación de la comercialización, el hacerla más plurarl, la voluntad de aumentar los días de actividad, la mejora constante…

Comunicatur publicó los datos sobre las retribuciones de los profesionales de la hostelería y el turismo, y eran las más bajas. ¿Podemos ofrecer servicios de calidad con profesionales mileuristas?
Hay campo por recorrer. Si queremos retener talento y queremos favorecer los servicios de calidad, esto se tiene que gestionar de forma diferente. Somos conscientes de las problemáticas. La rigidez de los sistemas de contratación o la problemática que comporta la estacionalidad de la actividad en algunas horas, también dificultan el poder capturar y retener dicho talento. Desde el Departamento [de turismo de la Generalitat] y desde la Dirección General habrá una reclamación decidida de cara al sector para que haga una reflexión acerca de este tema, porque entre todos debemos introducir medidas que no son sencillas ni fáciles de activar. Pongamos un ejemplo: si pensamos que la estacionalidad es uno de los problemas, ¿tendría sentido repensar el calendario de vacaciones a nivel catalán y español? Pues quizás si. A priori, podríamos decir que esta medida podría ser útil para este objetivo. Pero hacerlo…¿no encontraríamos obstáculos de carácter cultural, como la resistencia a hacer vacaciones en según qué parte del año? ¿Encontraríamos una ciudadanía abierta a aceptar un cambio de este tipo? ¿Sería fácil arbitrar un mecanismo para que centros que no tengan un determinado clima puedan hacer clases durante el mes de julio y las vacaciones en otro mes?

Los guías turísticos reclaman más control de los “guías piratas” y que hace muchos años que no se convocan exámenes de habilitación de guías oficiales…
Estamos pensando en un formato que ya no está en el contexto de los exámenes, porque nos parece que ya no responde como instrumento a lo que hoy es también una pauta más normal en nuestra sociedad a la hora de habilitar a alguien para desarrollar su actividad y garantizar su capacitación de una forma real y no sólo en la acumulación de información. Hay otras habilidades y capacidades, como la conducción de grupos, la generación de estímulos y experiencias, etc. Por tanto, estamos trabajando en un formato que nos lleve a revisar el sistema de acceso. Pero lo queremos hacer con el necesario consenso con los colectivos que puedan estar vinculados.

En materia de promoción, ¿cuáles son los mercados prioritarios para Cataluña? ¿Se abrirá alguna nueva oficina en el exterior?
Cataluña es un país que comercializa sus productos y servicios turísticos de una manera muy amplia y plural en el conjunto del mundo. Algunos con cuotas más elevadas, como el mercado francés -que sigue siendo muy importante para el país- el británico, el alemán y, a un poco más de distancia, los Países Bajos y Bélgica o los países nórdicos y Rusia. Y tenemos a los Estados Unido, que pensamos que puede seguir creciendo, porque afortunadamente estamos haciendo mejoras de conectividad en nuestro aeropuerto y eso puede suponer una enorme oportunidad. Todo esto es un paquete relativamente estable. Pero si estando en ello, encontramos nuevas inquietudes, las incorporaremos. Algunos [empresarios] nos manifiestan una mirada creciente hacia Asia, seguramente porque en algún momento la conectividad también ha mejorado. Algunas voces nos piden que tengamos una especial atención hacia la India. Pero nuevas oficinas, no tanto. Hay instrumentos mediante los cuales puedes acceder a estos mercados haya o no haya oficina. Pero no hay, en el corto plazo, la previsión de activar un nuevo equipo en otro país.

Hablemos del Plan Estratégico, que debe estar a punto de cumplirse en plazo. ¿Se puede planificar estratégicamente un destino turístico sin la implicación del sector?
La gobernanza para la gestión del sector público es un elemento clave y esencial, y en el caso del turismo, aún más. Es necesario que el conjunto de los actores que estamos vinculados a una determinada dinámica, actividad, ámbito, seamos partícipes de los mecanismos y procesos de definición de las políticas y de su ejecución. Esto se tiene que hacer de una forma muy vinculada e integrada. Ya se hizo así para elaborar el Plan Estratégico y el Plan de Marketing, y es sólo así que se puede volver a hacer. Se está trabajando para ir cumpliendo el calendario de forma adecuada y estamos haciendo la revisión, porque pensamos que aún hay muchos elementos vigentes, tanto de un documento como del otro. Desde la Dirección General estamos integrando de nuevo la visión de todos estos actores que están vinculados a la actividad haciendo ese ejercicio de revisión de los dos documentos.

Una de las ventajas de Cataluña son las buenas conexiones de transporte. ¿Sobre infraestructuras, cuál es la principal debilidad del sector?
Es un tema que queda fuera de mi ámbito, pero no es sólo del sector, es también de la ciudadanía y el sector no lo interpreta de forma diferente. La actividad turística encaja en el territorio y genera pautas afines a la dinámica de los residentes, en sus hábitos, en su movilidad. Cuando la gente de Lleida nos dice que sería necesario que determinados accesos aproximaran todo el entorno metropolitano hacia el Pirineo, lo que quieren es que sea una forma más cómoda, más rápida y más segura de ir allí. Y eso no lo dicen pensando en el turismo, sino que se dice pensando en la movilidad global. Cuando se hacen reclamaciones como las del Corredor Mediterráneo se piensa en las necesidades del país, pero está claro que también serían extremadamente útiles para nuestra actividad turística. Cuando se incrementa la movilidad de las personas porque la oferta de conexiones a Barcelona, Girona o Reus, por citar los tres aeropuertos con más actividad del país, aumenta, no se piensa sólo en el turismo, sino que es para todos los residentes.

En este sentido, ¿qué debemos hacer con los aeropuertos infrautilizados? En algunos casos, las dinámicas de los mercados provocan que algunos de ellos sirvan para llevar turistas a Andorra…
Una acción decidida a favor de la comercialización acaba teniendo un cierto resultado. Pero es necesario que haya una dinámica a su alrededor que sea también generadora de actividad. También debemos pensar que una infraestructura aeroportuaria no es sólo para el sector turístico y que hay muchos otros aspectos vinculados a la aviación de carácter corporativo, sanitario (temas de trasplantes, por ejemplo), a los incendios, a la seguridad, que también dan contenido y justifican el aprovechamiento de la infraestructura.
Lo que sería más adecuado es poder concebir los aeropuertos catalanes como un sistema y, en este momento, no es así, porque la gestión no la impulsa directament el Govern. Si fuera así, tendríamos más juego para favorecer la redistribución de la actividad en el conjunto de nuestras instalaciones.

¿Podemos hacer un balance de la temporada?
Muy positivo. Si hablamos de ingresos, que es la manera en la que debemos analizar el sector, veremos que hemos crecido un 2,9% en el conjunto del país en cuanto al turismo internacional y hemos tenido también un buen comportamiento en el número de visitantes, situándonos ya en los 10 millones de turistas en el conjunto del país, con un incremento del 4,7%. También hemos observado un buen comportamiento del mercado doméstico catalán y español y eso, para zonas de interior más orientadas al mercado doméstico, es especialmente útil. Hemos visto reducir un poco la estancia media y nos hemos situado en los 5,6 días. En cuanto a los mercados, muy buen comportamiento, en todos hemos tenido dinámicas de crecimiento, incluso en el mercado ruso, que ha cambiado la tendencia a la baja de 2013, 2014 y 2015. Por tanto, los indicadores con los que habitualmente trabajamos para tomarle el pulso a la dinámica del sector son muy positivos.

Octavi_bono3¿Y no cree que también estamos viviendo de un turismo “regalado” de otros destinos, debido a la situación geopolítica internacional?
Sí, pero también debemos situar el volumen de esto países. Croacia es un país que recibe menos turistas que Cataluña, por ejemplo, y el tirón que puede hacer un Egipto recuperado es muy importante. Pero esto no pasará en el futuro, esto ya ha pasado este año. Pongo un ejemplo: respecto al mercado ruso tuvimos unas expectativas de crecimiento en los meses de Noviembre a Febrero muy elevadas, que supusieron mucha presión a los actores de este mercado a la hora de firmar contratos, garantizarse contingentes de habitaciones, promover  e impulsar acciones de promoción en origen, etc, debido a los condicionantes de prohibición legal que tenía Rusia de operar con Turquía. Y, de repente, Túnez activa Djerba y la accesibilidad a aquel país, que parecía que no existiría, aparece. En aquel momento, algunos de los flujos que estaban pensando en Cataluña se derivaron hacia allí de una forma directa. Está claro que esta situación se puede producir y más en un país donde se puede comercializar un 40-50% más barato que el nuestro en cuanto a productos y servicios turísticos, como es el caso de Túnez.

¿Hay que volver a hablar de “batalla de precios”?
La necesidad es que los análisis vuelvan a ser un poco más micros. Cuando un hotelero, teniendo la oportunidad de incrementar los precios en un año con tanta presión como este, lo hace con una cierta prudencia porque piensa, no a corto, sino a medio o largo plazo, me hace pensar que afronta todo ello con el rigor necesario. O cuando tiene un sistema de comercialización plural, incluso en mercados que le son menos rentables que otros, pero los incorpora a su portafolio de negocio simplemente para dar una cierta estabilidad a su comercialización, me lleva a pensar que muchos de nuestros empresarios tienen esa mirada adecuada.

Usted viene de la Costa Dorada y conoce muy bien el proyecto de BCN WORLD, que ha dado muchas vueltas. Desde su cargo actual, ¿lo ve igual? ¿Cuáles serían los resultados?
Beneficios. De una manera absoluta. El sector de la Costa Dorada y de las Terres de l’Ebre, ha mirado siempre de forma muy positiva las oportunidades que se derivan de este proyecto. Seguramente porque puede hacer un ejercicio de reflexión en base a una experiencia que conoce de primera mano. Después de 21 años de funcionamiento de Port Aventura –con su despliegue inicial, el Parque Temático, posteriormente la incorporación de la oferta de alojamiento hotelero bajo distintas fórmulas y categorías, y después el Parque Acuático, más el Centro de Convenciones y toda la oferta de golf y antes la zona del Beach Club- han visto también la contribución que un proyecto de estas características podría tener en la zona y cómo podría generar nuevas oportunidades para según qué mercados, extensión de los días de operación a lo largo del año y acceso a segmentos que no eran tan habituales. Elementos motores también de la transformación del destino en clave de mejora en las propuestas de la oferta de alojamiento: salto de las dos a las tres estrellas, incremento de la oferta de la planta hotelera de 4 estrellas hasta ser dominante (cuando en el año 1995 tan sólo había 6 establecimientos de esta categoría).
Esta conciencia del valor de esto como un elemento transformador yo creo que está muy interiorizada por el tejido industrial turístico del territorio, que interpreta el proyecto muy positivamente. Reacción positiva que ha venido dada por colegios profesionales, sindicatos y por la mayor parte de los grupos políticos.

Pero si esto es así, ¿por qué hay tanta contestación? ¿Es que el sector no sabe actuar como un lobby?
Porque afortunadamente estamos en una sociedad democrática, occidental, en la que la gente puede expresar su opinión de una forma libre, y porque tampoco todos debemos tener la misma visión de las cosas. Yo defenderé con intensidad este proyecto y puedo pensar en elementos similares que pueden estar desarrollados en una ciudad o en un país como Singapur. El cambio genera dudas en las personas. La novedad puede ser muy estimulante, pero a veces també puede propiciar a la opinión pública actitudes más conservadoras, más prudentes, más refractarias y no me sorprende. Esto explica que hoy, la definición final del proyecto ha hecho los ajustes necesarios para que también los consensos sean crecientes, aunque me atrevo a decir que hay, de una forma absoluta por parte de los colectivos de interés, una actitud muy positiva ante el proyecto.

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