La crisis más profunda de la aviación moderna
Todas las compañías aéreas del mundo se encuentran en números rojos. Desde la Segunda Guerra Mundial el sector de la aviación a reacción no había asumido una situación de pérdidas tan grande como el actual.
En el caso europeo British Airways y Lufthansa ya acumulan pérdidas, entre 2.000 y 4.000 millones de euros en apenas nueve meses.
Para sobrevivir las empresas han utilizado toda la liquidez con la que cuentan, o han ampliado capital o han emitido bonos o directamente han recibió ayudas públicas, en algunos casos los estados han inyectado miles de millones.
Air France y KLM han recibido una ayuda de 10.000 millones de euros, Lufthansa 9.000 millones y Alitalia 3.000 millones.
En el caso de las compañías con origen español como Iberia y Vueling las ayudas han sido más modestas basándose en créditos ICO a bajo interés de 700 y 300 millones respectivamente que no suponen entrada estatal en el capital.
Muchas de las aerolíneas que actualmente conocemos como Alitalia, TAP o Norwegian solo podrán sobrevivir nacionalizándose y pasando a ser públicas. Las aerolíneas más pequeñas que no formen parte de ningún gran grupo están condenadas.
Cuando se supere la pandemia y pase la crisis actual de demanda, a cinco años vista, muchas compañías habrán desaparecido. Se producirá una concentración empresarial y una disminución de las conexiones, así como un incremento de precios.
Esta crisis va aparejada a un abandono previsiblemente de los pequeños aeropuertos de ámbito regional. La recuperación será desigual y beneficiará más a los grandes aeropuertos que cuentan con la operativa de las grandes aerolíneas.