La Copa América no repetirá en Barcelona y Valencia podría acogerla
Un divorcio amistoso para evitar reproches entre la administración y el organizador
Barcelona ya ha cumplido en tan solo una edición de Copa América con los objetivos de futuro que se había marcado con su celebración, según el Ayuntamiento de Barcelona, y los organizadores dicen que en la capital catalana ya no tienen la oportunidad de crecer. Las partes asumen un divorcio precipitado sin daños colaterales.
Las voces negativas de restauradores y vecinos, más las denuncias de engaño en los datos de retorno y afluencia de visitantes que justificaba la llegada de la competición han podido animar al ayuntamiento a retirar la inversión económica de futuro. La empresa organizadora ha anunciado que buscará nuevas ubicaciones y en ese contexto ha aparecido el nombre de la ciudad de Valencia.
La capital del Turia ya había sido sede de la competición en 2007 y 20211 y en parte se la siente muy suya, como afirma el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. Los responsables políticos municipales y autonómicos se han mostrado a favor de poder acogerla con algún condicionante. El principal escollo será el económico puesto que no quieren volver a repetir los problemas que ligaron a Valencia y la Copa América en el pasado.
El equipo Emirates Team New Zealand, bajo el control del CEO Grant Dalton, como ganador de la prueba, es propietario de la competición y controlará la negociación de la nueva sede. Es conocido por su dureza en los contratos.