Irán puede ser un nuevo destino emergente de turismo
La nueva situación geopolítica de Irán puede convertirlo en un nuevo destino turístico mundial. El acuerdo nuclear y el levantamiento de las sanciones ponen a este país en la órbita de la normalización económica con la comunidad internacional.
Tras 35 años de aislamiento crecerán las inversiones y su dinamismo económico pero también su papel turístico se verá beneficiado. Desde el cambio de gobierno, con el presidente Rohanní, el país trabaja para abrirse al turismo. Los visitantes se han incrementado un 20% desde su presidencia. A pesar de tener un rico patrimonio cultural, 16 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, sólo recibe 4 millones de turistas anuales y la mitad proceden del vecino Irak por visitas religiosas o médicas.
Todavía es pronto para saber que papel le tocará jugar en el sector turístico pero las expectativas son altas. No cuenta con cadenas hoteleras ni locales de restauración internacional que a partir de ahora podrán invertir y desarrollarse con más tranquilidad. El gobierno quiere que el turismo ayude a tejer relaciones de proximidad con ciudadanos de otros países como forma de cambiar la percepción del país en el mundo.
Un pueblo hospitalario, un patrimonio espectacular, una gastronomía muy interesante y unos paisajes naturales de impresión, lo convierten en una joya por explotar. Irán se ha propuesto superar los 20 millones de turistas extranjeros en el 2025.
Los operadores turísticos ya están experimentando un crecimiento de las reservas. Para algunas agencias en España o Francia es un destino tendencia de larga distancia. El viaje organizado con guía local es aconsejable para los nuevos turistas ya que permiten recordar a los extranjeros algunas reglas importantes como la vestimenta adecuada para mujeres y hombres y la prohibición sobre el alcohol.
