El Gremio de Hoteles de Barcelona, el Gremio de Restauración de Barcelona, el Consejo de Gremios y las asociaciones comerciales Comertia y Barcelona Oberta han presentado un comunicado conjunto muy crítico con la actuación del Ayuntamiento de Barcelona en materia turística.
Denuncian que el gobierno municipal «demoniza» la industria turística con mensajes negativos y que está apostando «por la radicalización que tenderá a consolidar una atmósfera de conflicto permanente y de inseguridad jurídica». Acusan a los responsables municipales de provocar artificialmente un posicionamiento contrario entre la opinión pública.
El turismo es generador de riqueza, y no sólo de riqueza material, dicen. La actividad turística en la ciudad actúa de forma positiva en sectores como la cultura, las finanzas, el transporte público, los servicios, la industria, el comercio, etc. «Los efectos de la última crisis en Barcelona habrían sido mucho más graves sin la aportación del turismo», añaden.
Los gremios y asociaciones vaticinan que a medio y largo plazo pagaremos las consecuencias de esta estrategia política contraria al turismo. En este sentido, el sector empresarial critica que las políticas turísticas municipales se basan en «pactos artificiosos» entre los partidos y que de esta manera no se puede desarrollar «una gestión responsable, seria e inteligente que exige un fenómeno turístico tan potente y exitoso como el que tenemos en Barcelona».
El comunicado conjunto cierra con un alegato de compromiso: «defendemos nuestros derechos pero también asumimos nuestras responsabilidades y, en este sentido, anunciamos que seguiremos haciendo pedagogía a favor del turismo y mantendremos una posición abierta, dialogante y participativa. A favor de una gestión eficiente del turismo, de su crecimiento sostenible, de mantener la promoción inteligente que lo hace posible y de la distribución equilibrada de sus beneficios».
