El nuevo panorama turístico se pone en marcha tras el verano
Ya han pasado los meses de la temporada alta turística y el sector se prepara para un escenario nuevo. El Día Mundial del Turismo, que se celebra cada 27 de septiembre, da este año el pistoletazo de salida a lo desconocido.
La prolongación de los ERTE hasta el 31 de octubre y la espera de una prórroga más consistente hasta final de año es tan solo uno de los aspectos que preocupan a la industria. Los ERTE suponen un paréntesis, un analgésico para superar este primer periodo, la curación del sector es por ahora desconocida.
Los datos de verano llaman al optimismo, pero ahora falta que realmente se active la movilidad internacional, que se reactiven los viajes, que la economía fluya y la normalidad se imponga. Los últimos datos de crecimiento del PIB en España, 1,1% el primer semestre, no han sido buenos. Se esperaba más. El INE se ha visto obligado a rebajar en dos puntos sus estimaciones anuales. Y eso que España crece más que la Eurozona. Los expertos saben que la evolución económica coincide estrechamente con la evolución de la actividad turística. Si la economía crece, crece el turismo, si la economía se frena, el turismo también.
Otro termómetro que marca la situación del sector es el de la aviación comercial. Las compañías tienen nuevos programas de otoño-invierno poco ambiciosos. Los vuelos no remontan lo esperado.
A pesar de ello, el sector es optimista. Han detectado en los clientes de verano la voluntad de viajar, la de disfrutar del ocio, la de volver a la “antigua normalidad”.
