Los cruceros que llegan al Puerto de Barcelona tienen un impacto sobre la economía global de Cataluña estimada de 1.083 millones de euros.
Los cruceros suponen aproximadamente el 8% del volumen de los turistas que llegan a Cataluña. Un porcentaje, nada despreciable, que todavía se incrementa si se relaciona con los ingresos que genera. Cada crucerista deja 518 euros en Cataluña.
La Universidad de Barcelona ha presentado un estudio que recoge la incidencia de este segmento en la capital catalana durante el ejercicio 2014-2016. El estudio dice que el año 2016, el sector de los cruceros generó un gasto total de 1.083 millones de euros, de los que 619 millones de euros corresponden a gasto directo y 464 millones al gasto indirecta inducida. En el ejercicio analizado este gasto supuso un aumento del 36% respecto 2014.
Los responsables del estudio atribuyen este incremento de la facturación a que se han aumentado en un 28% los cruceros que comienzan o terminan su trayecto en Barcelona. Esto conlleva un crucerista que hace más gasto, por encima de los cruceristas de tránsito que sólo están de paso en la ciudad. El hecho de que Barcelona sea puerto base (inicio/final) permite que algunos viajeros pernocten en la ciudad entre dos y tres noches antes de embarcar o una vez han desembarcado.