El éxito del turismo deportivo hace olvidar el turismo de borrachera
Lloret de Mar y Salou han sido el motor de la transformación de los destinos maduros con una oferta alternativa que ha ampliado el abanico de su clientela. Han sido las grandes impulsoras del turismo deportivo como alternativa al denominado turismo de borrachera. Esta pasada Semana Santa las competiciones deportivas en la Costa Brava y Costa Daurada han llevado a miles de niños y niñas de clubs de todo el mundo a pasar una semana de torneos acompañados de sus familias.
En la Costa Brava ha destacado el campeonato MIC de fútbol que ha reunido a 8.000 jugadores con sus respectivas familias procedentes de 39 países y más de 400 equipos. Para calibrar el alcance de este evento un dato: se han disputado partidos en 40 sedes de la Costa Brava. En la Costa Daurada han sido más de 40.000 personas las que han participado en decenas de competiciones deportivas para jóvenes, desde el fútbol, baloncesto, balonmano o voleibol, entre las más practicadas. El Mare Nostrum Easter Cup ha sido la más multitudinaria.
Hace muchos años que se inició esta alternativa turística que permitía abrir hoteles y llenarlos con una clientela más familiar alejada del criticado turismo de borrachera. Si Cataluña ha continuado batiendo records de creación de puestos de trabajo y reduciendo el paro en marzo es en buena parte porque el sector turístico ha continuado reformulándose, creando atractivos y eventos que generan actividad. El sector servicios ha sido el que ha contribuido con mayores afiliaciones a la seguridad social sobre el resto de sectores económicos y el turismo es uno de los máximos responsables.
