En los últimos 3 años la afluencia de turistas en España se ha incrementado en 22 millones, pasando de 60 a 82 millones.
El destino no puede seguir creciendo a este ritmo. ¿Dónde está el techo? Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo de Meliá lo tiene claro: «subir a 100 millones de turistas no es sostenible». Palabras que no coinciden con algunas declaraciones de representantes de instituciones internacionales que auguran unos buenos años para el turismo y que incluso animan a España a llegar a esta cifra mágica. La misma ministra Reyes Maroto prevé este año superar los 84 millones de turistas extranjeros.
Pero otro elemento a tener en cuenta es que este incremento turístico no ha ido acompañado de un crecimiento de la oferta de alojamiento reglado. En tres años la planta hotelera sólo ha crecido en un 3%. Los hoteleros se preguntan dónde han ido estos turistas. La respuesta por los empresarios es a apartamentos y oferta ilegal. Para definir el futuro, Escarrer anima al Gobierno a hacer un Plan Estratégico turístico para España. Se mostró partidario de definir cuántas plazas de apartamentos deben existir respecto al hotel y en varios años. Una batería de planes urbanísticos para ordenar el sector.
La otra incógnita sobre el futuro de este desarrollo expansivo que está teniendo el turismo en España es qué pasará cuando los destinos del mediterráneo con problemas de seguridad recuperen la estabilidad. Es difícil conocer cuál será la demanda real de los destinos de costa españolas. Otras amenazas que deberá superar el sector son el Brexit, el incremento del precio del petróleo o la seguridad, aspectos que ya han planeado sobre España y que por ahora las ha sorteado satisfactoriamente.
Escarrer no ve, sin embargo, un cambio de ciclo de crecimiento. «El turismo en España puede seguir creciendo si se define y pacta un modelo sostenible como país y si se cuidan las fortalezas del destino que nos hacen líderes en competitividad turística», sentenció.