Definitivamente los fondos europeos no han ayudado a las pequeñas empresas turísticas

El sector turístico ya manifestó sus dudas sobre cómo los miles de millones de los fondos europeos se trasladarían en ayudas para las empresas turísticas.

Tanto el gobierno central como los autonómicos han anunciado importantes proyectos de inversión a cargo de estos fondos: grandes planificaciones, grandes estrategias, grandes cambios productivos, disruptivos…, pero que han dejado fuera a las pequeñas y medianas empresas del sector turístico.

Cuando más lo necesitaban, afectados por la pandemia, fue de gran ayuda la flexibilidad con los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Pero la queja de algunas voces empresariales es que aportaciones de ingresos directos para que cada negocio transforme o modernice su negocio como mejor considere “nada de nada”. “Es algo que ya nos teníamos y que de hecho ya habíamos manifestado de forma pública y lamentablemente la realidad nos ha dado la razón”.

Los profesionales particulares, de microempresas, aquellos que no tienen voz y que no forman parte de la representación de ninguna asociación empresarial coinciden en lo mismo: “aquí estamos intentando sacar los negocios adelante totalmente solos, de vez en cuando hablamos con nuestro gestor para que nos ayude a tramitar alguna de esas ayudas que vemos en la prensa o que nos distribuye la asociación, pero al final la realidad es que todo es burocracia y tramitaciones”.

Invertir en eficiencia energética al ‘tuntún’ no parece lo más inteligente y mucho menos lo más transformador

Las propuestas de transformación energética que son una de las contempladas en los fondos, por ejemplo, son muy necesarias y compartidas por parte del empresariado, como también son conscientes de la importancia de la digitalización -aunque si un sector económico sabe de digitalización es precisamente el turístico- Desde hace muchísimo tiempo el turismo utiliza herramientas en el campo de la gestión de reservas y contratación muy avanzados.

“Al fin y al cabo, solo van orientadas a algún pequeño aspecto de nuestro negocio. Pasar la factura de cambios de ordenador o por comprar un nuevo programa informático cuando el que tenemos ya nos funciona bien e invertir en eficiencia energética al ‘tuntún’ no parece lo más inteligente y mucho menos lo más transformador”, añaden.

Parece que el sector turístico solo lo forman las compañías bien conectadas con alguna asociación y con la administración. De los Next Generation no tengo noticias

Desde los negocios turísticos coinciden en dar por perdida la oportunidad de los Next Generation y ya no piensan en ningún tipo de ayuda. “Lo cierto es que siempre ha sido así, nos hemos espabilado nosotros mismos con nuestras empresas, aquí nadie ha ayudado para nada. Nada para nosotros, seguro que las grandes empresas bien conectadas y con capacidades para influir en los gobiernos sí que se han llevado un buen pastel”, resume un empresario.

Siguiendo con su exposición explica que para los que deciden “parece que el sector turístico solo lo forman las compañías bien conectadas con alguna asociación y con la administración” y las identifica con “aerolíneas, las OTAs, las grandes cadenas hoteleras y algunas empresas de tecnología a las que no hemos visto por aquí pero que con la etiqueta de turismo se están beneficiando de esos fondos europeos”.

Este empresario está esperanzado en la recuperación de la situación como lo ha hecho este verano cuando se ha visto la luz tras la pandemia. “Después de haber vivido unos tiempos como no habíamos vivido nunca vemos que nuestros clientes vuelven a visitarnos. De los Next Generation no tengo noticias, de ellos sí”, concluye.