Colas impresentables en el aeropuerto del Prat
El control de pasaportes del aeropuerto de Barcelona está generando aglomeraciones propias de otras épocas y de otros destinos poco normalizados.
La creciente amenaza terrorista ha obligado a implantar medidas más exhaustivas de seguridad. Todos los viajeros de vuelos internacionales deben identificarse con el DNI o pasaporte. Unas medidas que se aplican en todos los aeropuertos pero que no están generando los problemas que padece Barcelona.
¿Quién es el responsable? Desde Aena recuerdan que el control lo realizan agentes del Cuerpo Nacional de Policía y las colas las provocan los pocos efectivos destinados. Por el contrario, los agentes explican que las infraestructuras de Aena no están preparadas para el volumen de vuelos programados. Fuentes policiales ponen el ejemplo de cómo se programaron 17 vuelos a la vez y pese a mantener todos los filtros abiertos no se daba abasto. El Ministerio destinó 20 nuevos agentes en El Prat para reforzar estas tareas pero se ve que no han servido de mucho.
Sea quien sea el responsable, la situación puede volverse insostenible cuando llegue la temporada de máxima afluencia de vuelos. Durante todo el mes de mayo se han producido problemas de aglomeraciones y ninguna de las soluciones aportadas han dado resultado.
Colas de tres horas o de una hora no son justificables de ninguna manera en un destino normal. Existe un umbral de la tolerancia en este tipo de servicio. No es extraño que en algunos aeropuertos el control exhaustivo retrase puntualmente 20 minutos la espera pero el caso de Barcelona es poco tolerable. Una imagen y una atención pésimas.
Los buenos resultados del aeropuerto pasan a un segundo plano cuando los usuarios identifican el Prat con caos y descontrol.