Colaborar en turismo es posible. Yes we can!
La autora del artículo está convencida que en el mundo empresarial la colaboración entre privados no sólo es posible sino que es necesaria y que el camino para hacerlo es la Responsabilidad Territorial Conjunta, donde cada agente tiene claro cuál es el su papel.
He estado dos días inmersa en una burbuja. He asistido a un Congreso que a pesar de no tener nada que ver con el turismo se podría trasladar perfectamente al sector. Apenas he escuchado palabras como crisis, problemas o coyuntura económica. Sí he oído —y mucho— hablar de innovación y de todas las palabras que empezando por "Co" se puedan imaginar: colaborar, cooperar, compartir, comunicar, comunidad, confianza, competir, conectar, cocrear, cohesión, compromiso, conocimiento, coresearch, colearning, corresponsabilidad …
Hace algún tiempo que en turismo se habla de Coopetición (colaborar en competencia) y en las Jornadas se hablaba de co-sociedad. Semántica aparte de lo que se trata es de pensar más allá, de nosotros mismos, de nuestro negocio, de nuestra administración. Hay que sumar con el otro y si es posible multiplicar para ser más eficientes y más competitivos en lo que sabemos hacer bien y que nos diferencia dentro del mercado. En el mundo empresarial colaborar (privado + privado) no sólo es posible sino que es necesario y ya hay casos que demuestran que no se trata de un sueño de unos pocos "generosos" que buscan compartir conocimiento y experiencia sino de realidades.
Ejemplos como el de Coca-Cola e Illy entorno a la creación de una bebida refrescante basada en el café; la empresa de muebles Kibuc y la de zapatillas deportivas Munich en el diseño de sofás megacoloridos, o Reebok y Cirque du Soleil para lanzar la marca Jukari con gimnasios que hacen la práctica del deporte mucho más divertida para sus usuarios. Estas uniones han puesto de manifiesto que en esta relación de confianza mutua las empresas no sólo no han perdido posicionamiento, sino que han obtenido beneficio económico con nuevas oportunidades de negocio.
¿Cómo aplicamos pues estas joint ventures al turismo? ¿Cómo podemos huir del individualismo y de mirar atrás con nostalgia los años en los que los turistas venían sin hacer demasiado esfuerzo? La respuesta está en la Responsabilidad Territorial Conjunta, donde cada uno, público y privado, tiene claro cuál es su papel y que con la suma del trabajo coordinada y consensuada de todos los actores y agentes territoriales se puede conseguir un mayor beneficio para todos. Beneficios de marca y de calidad dentro un destino turístico, con respecto al sector público, y económico y de liderazgo, en cuanto a las empresas.
En esta operación matemática hay que hacer un ejercicio en el que el elemento común denominador de todas las acciones y proyectos debe ser la prescripción: de un alojamiento hacia una actividad, de una actividad hacia un restaurante y de un restaurante hacia un producto turístico, ofreciendo entre todos —más agencias de viajes, intermediarios, oficinas de turismo…— una cadena de valor al turista y visitante que haga que su experiencia turística dentro un destino supere sus expectativas iniciales y que le haga recomendarla y, si es posible, volver.
En Cataluña tenemos muy buenos recursos, muchos de los cuales están en proceso de ser muy buenos productos, lo que les abrirá el camino para encontrar buenos canales de comercialización. Si en la mayoría de los casos en más de 50 años que lleva el turismo en algunas de las poblaciones catalanas trabajando sin sumar (ya no digo nada de multiplicar) y con un abanico de productos bastante reducido hemos llegado a ser líderes en un sector que en los últimos años se ha vuelto más global que nunca, imagina dónde nos puede llevar la inteligencia colectiva (conocimiento más experiencia). ¡Suma!
Ana Cris Gilaberte
Profesional del turismo y periodista
http://es.linkedin.com/in/anacrisgilaberte