Cataluña regula los alojamientos turísticos singulares
El reglamento que regula la actividad turística en Cataluña ha salido a exposición pública por segunda vez para aceptar nuevas alegaciones y propuestas de modificaciones por parte del sector.
Entre las novedades destaca la incorporación de dos nuevas modalidades de alojamiento, la de los alojamientos turísticos singulares y la de establecimiento de hospedaje. Además, sigue admitiendo, como en el primer proyecto de decreto, el alquiler de habitaciones en domicilios particulares. Esta modalidad de Bed & Breakfast hasta ahora la administración catalana la consideraba ilegal.
El primer proyecto de decreto quedó bloqueado, según la Generalitat, cuando no se pudo aprobar la Ley de acompañamiento de presupuestos. Ahora, «para poder sacar adelante este decreto, se inicia un nuevo trámite administrativo», afirman desde la dirección general de Turismo. Hasta el 15 de septiembre se extiende el plazo de exposición pública.
Nuevas modalidades
En cuanto a los alojamientos turísticos singulares la regulación los define como: lugares o instalaciones que permiten a los usuarios pernoctar a cambio de contraprestación económica. Serán los ayuntamientos los que podrán regular y habilitar alojamientos turísticos singulares en su término municipal siempre que éstos cumplan las normativas que les sean de aplicación.
Los establecimientos de hospedaje son alojamientos profesionales que comercializan habitaciones por plazas en camas individuales. En una forma similar aparece la vivienda de uso turístico cedido por habitaciones. Este es un domicilio habitual donde su titular particular cede las habitaciones a terceras personas para estancias turísticas.
Airbnb ya se ha manifestado en contra del proyecto de decreto. Critica que el alquiler de habitaciones de los particulares tenga el mismo tratamiento que los profesionales. La plataforma querría que esta práctica estuviera desregularizada y que los particulares no estuvieran sometidos a ninguna normativa.
La Generalitat afirma que «este decreto completa el mosaico de oferta de servicios de alojamiento legal en Cataluña, racionaliza la normativa sectorial turística, reduce los costes regulatorios para el ejercicio de la actividad de alojamiento turístico y refuerza las herramientas de disciplina y control de esta actividad en nuestro país”.