Airbnb recurre a Goldman Sachs para venderse como el futuro del alojamiento
Un estudio de Goldman Sachs convierte a Airbnb en el azote de los hoteleros. Según una encuesta a los clientes de este tipo de plataformas una vez utilizado el ‘peer-to-peer’ no quieren volver a alojarse en un hotel.
La estrategia de Airbnb es clara. Convertirse en la opción moderna e innovadora del alojamiento turístico relegando a las ofertas convencionales a propuestas desfasadas, antiguas y poco flexibles. Los detalles del estudio los ha difundido Goldman Sachs por todo el mundo y los medios de comunicación han recogido el guante y han puesto altavoz a sus resultados.
«Aquellos que han alquilado una casa particular en los últimos cinco años, reducen a la mitad su preferencia por los hoteles tradicionales”, dice el sondeo. El dato contrasta con aquellos que no han utilizado todavía los servicios de alojamiento P2P como los de Airbnb. En este caso, el 79% son propensos a preferir estancias en hoteles.
En resumen, quién lo prueba, se queda enganchado. Así que el alojamiento tradicional ya puede cerrar puertas o preparar su hundimiento. Los hoteles han defendido su negocio con el argumento de que su oferta no entra en competencia con Airbnb porque los clientes y los servicios que ofrecen son diferentes.
La encuesta realizada entre usuarios de Estados Unidos también intenta ayudar a posicionar Airbnb entre diferentes segmentos de edad. El 67% de los viajeros de 18 y 24 años había alquilado una vivienda particular, mientras que este porcentaje se elevó a 75% para los viajeros de entre 25 y 34. Pero lo significativo es que un 64% de los encuestados de 35 a 44 años también se habían alojado con el P2P y una cuarta parte de los mayores de 45 años también.
Pero un dato también revelador: si en 2014 el 11% de los encuestados dijeron que habían usado una plataforma P2P, un año después ese número aumentó tan solo al 16%, un incremento muy ligero.