Renfe concede a Talgo el “contrato del siglo”
Renfe confirma que Talgo es el ganador de un nuevo contrato para fabricar 15 trenes de alta velocidad, con opción a otros 15 más, por un importe que ronda los 1.500 millones de euros. Se trata del mayor concurso realizado jamás por esta compañía que ha ido a parar a manos españolas.
Más eficientes y más baratos
El coste total incluye la fabricación y mantenimiento de 15 trenes, que supondrán un descuento de casi el 30% sobre el precio máximo estipulado, mientras que si Renfe decide adquirir otros 15 la rebaja será en torno al 40%. Según palabras del ministro de Fomento Iñigo de la Serna: “el Talgo no solo es el más eficiente sino también el más barato”.
En concreto, el contrato firmado por ahora es el básico, que contempla la construcción de 15 trenes y su mantenimiento por 30 años por un total de 786,4 millones de euros. Si en los próximos años Renfe decide ejercer sus opciones, se añadirían 15 trenes más para un total de 30, el mantenimiento se ampliaría hasta los 40 años y el precio ascendería a 1.491 millones, con un descuento sobre el máximo inicial del 43%. Las diez primeras unidades llegarán dentro de 3 años.
Un nuevo nacionalismo empresarial
Ha sorprendido la elección de Renfe, que en anteriores concursos apostó por empresas extranjeras como Alstom y Siemens. Ellas fueron las beneficiarias de los grandes contratos de 1988 y 2001 y aunque en los últimos años habían compartido el trabajo con Talgo es la primera vez que se quedan fuera.
Renfe se apunta por tanto a la nueva corriente nacionalista que ya hemos visto en otros países de Europa. Es algo habitual que los grandes contratos se queden en casa, como sucedió el pasado marzo de 2016 cuando nuestros vecinos alemanes adjudicaron a Siemens el concurso de trenes regionales más importante de su historia, que superaba los 1.700 millones de euros.
Un sector en alza
Según algunos informes, las inversiones en líneas de alta velocidad van a dispararse en los próximos años y se prevé un incremento de más del 500% para 2022. Existen 30.000 nuevos kilómetros de líneas de ferrocarril proyectadas en todo mundo y por tanto la demanda de trenes para circular por ellas es alta.