Una sombra planea sobre el aeropuerto de Girona
Los resultados negativos que año tras año acumula el aeropuerto de Girona lo han llevado a una situación crítica. Son seis años consecutivos de caída en el número de vuelos y viajeros que amenazan la sostenibilidad de la infraestructura.
Hace poco se ha conocido que se había contemplado el cierre temporal del aeropuerto durante el invierno pasado. Y las previsiones de este 2015 son especialmente malas. Será el peor año y no llegará a los 2 millones de pasajeros. Por debajo de esta cifra, la economía de las comarcas de Girona se resentirá, según un estudio de la administración. El aeropuerto había llegado a los 5,5 millones en 2008 cuando Ryanair operaba a pleno rendimiento. A partir de este récord las caídas interanuales han sido de dos dígitos. Girona es uno de los aeropuertos donde la aerolínea irlandesa ha reducido más sus rutas.
El cierre temporal está en manos de Ryanair. La amenaza de dejar de volar durante el invierno o de programar pocos vuelos deja la instalación a su voluntad. Por eso, todos los esfuerzos de la administración pasan para conseguir nuevas compañías que sumen tránsito en Girona. La aerolínea Jet2 ha anunciado rutas con el Reino Unido en 2016 y la Generalitat explica que existe también la posibilidad que Wizz Air amplíe su programación y otra compañía restaure la conexión Girona-Madrid. Se trataría de una empresa gerundense, Flyinfiniti, creada expresamente para dar este ruta con un avión de 100 plazas. El futuro del aeropuerto de Girona está en el aire.