Los hoteleros se suben al negocio de los apartamentos turísticos
Los empresarios Kike Sarasola, presidente de Room Mate, y Jordi Clos, presidente de la cadena Derby Hotels, se han sumado al sector de las viviendas turísticas. Es conocido el enfrentamiento que existe entre hoteleros y apartamentistas por la regulación de la actividad de las viviendas turísticas.
Sarasola lanzó en septiembre Be Mate, un negocio que ya ofrece servicios de hotel a los inquilinos de 2.500 viviendas turísticas adheridas en una docena de ciudades. El presidente y fundador de la cadena Room Mate no dudó en distanciarse del discurso general de la hotelería y aprovechar las oportunidades de negocio que esta modalidad de alojamiento ofrece. “Los tiempos están cambiando” y “la economía colaborativa está aquí para quedarse” son algunos de los argumentos que Sarasola esgrime para aliarse con las fórmulas tecnológicas que ofrecen las plataformas de alquiler de apartamentos turísticos.
Con más de 5.000 usuarios registrados en Be Mate la firma de Sarasola ha ampliado capital con nuevos accionistas y su objetivo para 2015 es tener presencia en 200 ciudades con una cartera de viviendas de unas 50.000.
En el caso de Jordi Clos la apuesta por las viviendas turísticas es aún más llamativa. Clos es el presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona y el pasado mes de julio mostraba su preocupación por la competencia irregular que realizaban las viviendas ilegales. Calificó de “epidemia” su proliferación en la ciudad durante los últimos años. “Los apartamentos turísticos ilegales podrían llegar a crear canibalismo, podrían ser un peligro”, afirmaba.
Sí que se mostraba partidario de la oferta legal de apartamentos siempre que ocupen edificios enteros y tengan licencia. Desde el Gremio aseguraban que sólo un 10% responde a esta tipología mientras que el 90% de la oferta son pisos en comunidades de vecinos.
Según informa el grupo Economía Digital, Jordi Clos habría invertido en la explotación de ocho edificios para dedicarlos a vivienda turística. La misma fuente explica que el empresario habría adquirido las viviendas antes de la suspensión de licencias de apartamentos decretada por el ayuntamiento de la ciudad.