Optimismo desbordado en el sector del esquí del Pirineo
Las nevadas han llegado a todo el Pirineo y a todas las cotas. Desde hacía años que no se vivía una situación similar con nieve natural en todas las estaciones. Los especialistas consideran que el frío actual junto a las posibilidades de producir con los cañones asegura nieve hasta Navidad.
El presidente de las estaciones de esquí catalanas, Xavier Nolla, ha afirmado que este año los precios de los forfait de las estaciones se han mantenido. El promedio del forfait en Cataluña es de 21 euros -contando los descuentos y promociones que realizan las estaciones-. El objetivo para Nolla es llegar a los 2 millones de esquiadores y superar los registros de los dos años anteriores donde tuvieron 1,5 y 1,8 millones de esquiadores.
Hacía años que las estaciones de nórdico no podían abrir en unas fechas tan tempranas como las actuales, en el mes de noviembre -todavía en otoño-. La euforia es clara entre los empresarios turísticos del Pirineo. Las estaciones de esquí son el motor económico de las comarcas de montaña y el turismo de invierno depende totalmente de la nieve. Por ello, la administración se ha tenido que hacer cargo de prácticamente la totalidad de las estaciones de esquí en Cataluña. Sólo Masella, Baqueira y Boi están en manos privadas, a pesar de que Boí está pasando grandes dificultades y es posible que requiera de la intervención pública.
Uno de los retos de futuro del sector es pensar en los Juegos Olímpicos del 2026, una vez descartada la candidatura Barcelona-Pirineo del 2022. Un tema pendiente del mundo del esquí es ganar esquiadores. Incrementar el número de aficionados a los deportes de invierno es clave para poder optar a una candidatura de estas características. Por otro lado, el sector de la nieve catalán y español necesita captar más público de fuera, atraer esquiadores de otros países que permitan situar las estaciones en el mapa mundial de los destinos de esquí.