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¿Cuándo han dejado los turistas de ser personas?

La autora del artículo reflexiona sobre cómo detrás de los números y las estadísticas turísticas se encuentran historias personales y profesionales a menudo anónimas que demuestran cómo el turismo ha mejorado nuestras vidas, nuestro futuro y el de nuestra comunidad. Sólo hay que pararse para poder compartirlas y de esta manera recordar cuáles fueron nuestros inicios y motivaciones.

Mil millones de turistas internacionales han viajado por el mundo este año. Cada día casi tres millones de personas arrastran sus maletas y sus sueños para visitar otro lugar por primera vez o para repetir una visita que les ha aportado buenos recuerdos. Pero no todo son estadísticas. Detrás de éstos y otros números que no nos cansamos de memorizar y repetir hay cientos de miles de viajeros y trabajadores del turismo, personas en definitiva con historias, vidas y sueños diferentes.

La Organización Mundial del Turismo (UNWTO) acaba de editar el libro Tourism Stories. How tourism enriched my life. Se trata de una publicación en la que a partir de diversas historias cotidianas y narradas en primera persona, nos acerca a conocer a los protagonistas y a compartir con ellos cómo el turismo ha cambiado sus vidas, ha mejorado su futuro y el de sus comunidades.

Me llamo Cristina y esta es mi historia… Con estas sencillas palabras se van presentando uno a uno todos los protagonistas. Hay desde la señora que vende cremas hechas tradicionalmente a las turistas y que con ello se ha abierto un futuro diferente como mujer, hasta la madre feliz de ver cómo su hija una vez formada turísticamente ha vuelto a casa para dirigir el negocio (ahora familiar), pasando por el señor que ha aprendido a bucear para poder mostrar y compartir con los turistas los tesoros que hay bajo el mar.

Algunos de los comentarios que se pueden leer son: "Nuestro reto es hacer feliz a la gente. Volverán y proporcionarán más trabajo y oportunidades." "El turismo me ha dado la oportunidad de crecer, no sólo como ser humano, sino como profesional." "He aprendido a vivir con otra gente, a tener mis opiniones y a respetar las del resto." "Valorar nuestra identidad y preservar las tradiciones." "Preservar el medio ambiente no sólo es bueno para el turismo, sino que también crea puestos de trabajo." "Ir de vacaciones puede impactar en otras partes de tu vida."

Leer todas estas historias y reflexiones me ha hecho pensar cómo a menudo cuando empezamos un trabajo que nos gusta estamos motivados, pero luego el día a día, la repetición, las prisas, los objetivos económicos… hacen que perdamos de vista que cuando trabajamos en turismo estamos en el sector servicios y que se trata de servicios a las personas. ¿Cuánto tiempo habrá estado ahorrando y soñando con el viaje esa persona que entra en nuestra Oficina de Información a pedir un mapa y actividades a realizar en el destino? ¿Dónde habrá oído por primera vez hablar de nosotros? ¿Qué espera de su estancia? ¿Quién es y qué experiencias querrá compartir?

Creo que adentrados a menudo en los datos y en proyectos para atraer más y más turistas a nuestro destino y que los que vengan gasten más dinero, hemos perdido un poco de vista los inicios del turismo en los que todo el mundo hacía de anfitrión. Ahora tenemos que asistir a formaciones y programas para que nos lo recuerden. Parece que queda lejos aquello de que el principal objetivo era hacer felices a los turistas, hablar con ellos, compartir sus historias y la nuestra, detenernos en nuestro trayecto si hacía falta y mostrarles aquel rincón del pueblo, animarles a probar alguno de los platos típicos, etc.

Hablamos de Turismo Responsable, de Smart Cities y Smart Destinations, de calidad y de excelencia, de oferta y de demanda, de fidelización e incluso de falta de formación en el sector. ¿Cuándo hemos cambiado? ¿En qué momento hemos dejado de hablar de personas y los hemos agrupado bajo el nombre de Turistas?

Entiendo que muchas de las historias que recoge la publicación de UNWTO nos resultan lejanas porque son situaciones que por suerte ya se han superado, aunque quizás algunas no hace tanto tiempo. Pero lo que no hemos superado los que tenemos la suerte de dedicarnos al turismo es el hecho de detenernos a pensar cómo éste ha mejorado nuestra vida, cómo ha mejorado nuestro futuro y el de nuestra comunidad.

"Haz que estas historias sigan e inspiren nuestros esfuerzos", nos pide el Secretario General de UNWTO, Taleb Rifai. Sin ninguna duda el turismo ha mejorado mi vida. ¿Y la tuya?

Ana Cris Gilaberte
Periodista y profesional del turismo
anacrisgf@yahoo.com

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