Principio de acuerdo entre comercio y turismo sobre horarios
El debate de los horarios comerciales en las zonas turísticas parece que está llegando a puntos de consenso. Se vislumbra un final en la lucha entre administraciones y sectores para determinar cuándo y cuanto pueden abrir los comercios para atender a los turistas.
El Estado es partidario de determinar zonas de libre horario comercial para las zonas con afluencia turística, mientras la administración autonómica, como en el caso de Cataluña y País Vasco, advierte de que este modelo pone en peligro el modelo de comercio urbano, destruiría puestos de trabajo y provocaría la desertización de las ciudades.
En Barcelona, por ejemplo, los fines de semana y días festivos los establecimientos permanecen cerrados al público. El sector turístico se ha quejado de la normativa comercial porque deja desatendido a sus clientes que encuentran una ciudad desangelada y sin posibilidad de shopping.
Por el contrario, buena parte del comercio barcelonés considera que dando libertad horaria sólo se beneficiaría a los establecimientos de las grandes marcas comerciales perjudicando a las tiendas de proximidad de pequeño formato. Abriendo los festivos consideran que se cambiaria el hábito de compra de los residentes y los comercios de estilo familiar podrían llegar a desaparecer. Por ello no quieren modificar el modelo comercial actual. Esta situación es extrapolable a otras localidades.
La capital catalana encargó un informe externo a la Universidad de Barcelona sobre esta cuestión. Los resultados hechos públicos parece que contentan al sector turístico y a los comerciantes de la ciudad. El estudio descarta la libertad total de horarios pero sí propone que los comercios puedan abrir unos festivos concretos -entre 16 y 18 al año- coincidiendo con fechas estratégicas de llegadas de visitantes.
De esta manera Barcelona no pierde su atractivo como ciudad de compras frente al que tienen París, Londres o Nueva York. Según el informe crecerían las ventas en casi 100 millones de euros y no se perjudicaría al pequeño comercio.
El caso de La Roca Village
Recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) sentenció que la localidad barcelonesa de La Roca del Vallès podía obtener la condición de municipio turístico en contra de la decisión tomada por la Generalitat de Catalunya, a pesar de no contar con establecimientos de alojamiento ni de oferta turística concreta. El Ayuntamiento perseguía esta declaración para que el centro comercial La Roca Village, ubicado en su término municipal, pudiera abrir en día festivo y alargar los horarios. Por él pasan 3 millones de visitantes anuales.
Para la Confederación de Comercio de Cataluña esta declaración de municipio turístico es un “fraude y una burla” para todo el comercio catalán ya que La Roca del Vallés no reúne las condiciones objetivas para el turismo, dicen.