El reto: que los catalanes esquien en Cataluña
Las 16 estaciones de esquí catalanas han invertido diez millones de euros para mejorar sus instalaciones de cara a la temporada de invierno. Vallter 2.000 y la Vall de Núria son las primeras en estrenarse.
Las inversiones son la mitad que las del año pasado cuando superó los 20 millones de euros. El presidente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Montaña (ACEM), Xavier Nolla, ha atribuido la caída del gasto a la coyuntura económica actual, y ha anunciado una «política conservadora con precios a la baja» para igualar el número de esquiadores de la temporada anterior.
Las estaciones apuestan por potenciar la proximidad y su diversidad para captar visitantes catalanes de perfiles diversos y evitar que se vayan a las estaciones vecinas. “La cuestión económica no debe ser un problema, de hecho el precio del forfet es muy similar en las estaciones de Cataluña, de Andorra y de Francia”, ha explicado Nolla.
Desde la Secretaría de Territorio y Movilidad, se ha garantizado la apertura de todas las estaciones catalanas pese a la crisis puesto que son un motor económico del Pirineu. Según los datos presentados, la nieve genera 17.000 puestos de trabajo directos (actividades turísticas y residenciales como por ejemplo las propias estaciones, hoteles y restauración). La facturación estimada es de entre 325 y 400 millones de euros anuales.