El turismo no solo genera actividad económica; según las instituciones catalanas, es uno de los pilares fundamentales de la sociedad. Así lo han defendido distintos representantes políticos y del sector, que coinciden en señalar que no existe una alternativa viable al peso que tiene esta actividad en la economía catalana.
“El turismo aportó 20.000 millones de euros a Cataluña en 2024. Eso representa la mitad del presupuesto de la Generalitat. Si alguien quiere hablar de turismofobia, debería proponer una alternativa. Y no existe”, ha afirmado el conseller de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, durante una jornada sectorial en Barcelona. El conseller ha subrayado que este sector representa el 15 % del PIB catalán y da empleo al 12 % de la población. “Son palabras mayores”, ha añadido.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha defendido el cambio de rumbo de los últimos años para “gobernar el turismo” y hacerlo más sostenible. Ha destacado la eliminación de licencias para pisos turísticos antes de 2028 y la tasa turística como medidas clave: “Es un retorno social directo, por ejemplo con la climatización de escuelas públicas”, ha señalado. “Para tener turistas felices, primero debemos tener ciudadanos felices”, ha rematado.
Desde el Gobierno español, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha apostado por una transformación profunda: redistribución territorial, diversificación de experiencias y sostenibilidad como ejes. “Estamos viviendo un momento histórico de política pública en turismo”, ha asegurado.
