Nadie se preocupa por recuperar las playas catalanas

El temporal ha hecho desaparecer kilómetros y kilómetros de playas desde la Costa Brava hasta la Costa Daurada, pasando por todo el litoral de la provincia de Barcelona (Maresme, Barcelona y Garraf). La afectación de los temporales marítimos ha llevado a la eliminación del mayor recurso turístico de Cataluña.

Una situación como ésta no se había vivido antes. Ni el temporal Gloria que supuso un gran impacto ha tenido un efecto tan negativo sobre la costa. Hoy la arena ha desaparecido y con ella toda la infraestructura de servicios que ofrece la playa: duchas, pasarelas, escaleras de acceso, torres de vigilancia, chiringuitos, instalaciones de luz y agua… Y detrás de la playa han sufrido los paseos marítimos, destrozos del pavimento, el arbolado, el alumbrado y el mobiliario urbano.

Un verano sin playa, casi seguro

Estamos a menos de tres meses del inicio de la temporada de verano y la recuperación de los destrozos llevará tiempo, no todos los municipios han empezado a reponer los desperfectos. Pero lo más preocupante es que la recuperación de la arena de las playas parece una responsabilidad esquiva para las administraciones locales, autonómica y estatal. El cambio climático es el culpable de los temporales marítimos y la subida del nivel del mar, pero también es cierto que la ingeniería civil permite aplicar medidas que protejan la costa.

Sin playas, Cataluña perderá una de las principales fuentes de riqueza, el turismo de sol y playa, pero también la ciudadanía perderá el derecho a disfrutar de su litoral, playas y paseos marítimos. Ahora es la administración la que debería garantizar la conquista de ese valor social. La ley de costas fue un paso en esa dirección, la de preservar por el bien común la primera línea de mar. Toca mantener ese espíritu y actuar en la construcción de espigones permanentes o móviles que eviten que el mar trague la playa.