El turismo en el ojo del huracán de las elecciones municipales
La batalla política de los comicios de mayo ha tomado el turismo como uno de los temas centrales de campaña. Barcelona y Madrid, las plazas más deseadas, han introducido el debate turístico entre los candidatos.
En el caso de Madrid, como informamos en Comunicatur, la propuesta de una tasa turística en la capital ha roto el tabú que existía sobre ese impuesto. Las formaciones políticas madrileñas han tenido que posicionarse al respecto y, según los resultados, podría ser una realidad.
En Cataluña han rescatado a la turismofobia para ganar votos
En el caso de Barcelona, el debate sobre el turismo es mucho más intenso. Llama la atención que en una reciente encuesta ciudadana el turismo hubiera dejado de ser un problema y ahora los políticos han querido situarlo en medio del debate. Dos de los grandes contrincantes se critican directamente por eso: Ada Colau (BComú) dice que Xavier Trias (Junts) fue el alcalde la barra libre por el tursmo y Trias le acusa de hacer discursos turismofóbicos. El resto de candidatos denuncian que el actual equipo de Govern ha sido incapaz de gestionar correctamente el turismo en la ciudad.
El modelo de turismo que promueven los partidos políticos para Barcelona no está claro. Más allá de posicionarse en el Sí o en el No sobre los cruceros o la ampliación del aeropuerto, prácticamente ninguna formación hace propuestas referidas al turismo. Sin propuestas pero eso sí, todas se intercambian reproches.
El panorama no es muy alentador porque las posiciones de los candidatos sobre la actividad turística parecen difícilmente conciliables. Jaume Collboni (PSC) quiere levantarse como defensor de la economía turística, y Daniel Sirera (PP) va más allá dando un discurso a la contra defendiendo a los cruceros y criticando a las moratorias hoteleras. Por su parte, el otro candidato con opciones, Ernest Maragall (ERC) mantiene una posición más ambigua sobre el turismo, reconoce aportar riqueza pero por sus declaraciones no valora el papel de este sector.
La propuesta de una tasa turística en Madrid despierta la guerra
