La cruzada ambiental de Barcelona, ahora contra el Puerto
El Puerto de Barcelona niega los datos de contaminación ambiental que se le atribuyen por su actividad. Ante la lucha iniciada por los responsables del gobierno municipal de la capital catalana contra los cruceros, el Puerto desmiente que los datos que se publican sean correctos.
En un comunicado oficial, «el Puerto de Barcelona lamenta la manipulación que hace el Ayuntamiento de Barcelona de los datos de emisiones de CO2 de la actividad portuaria».
El ayuntamiento calcula que el Puerto emite 5,3 millones de toneladas de CO2 y la autoridad portuaria se ha apresurado a desmentirlo. «Las emisiones directas e indirectas de CO2 de la actividad portuaria en Barcelona representan unas 315.000 toneladas/año, según unos primeros cálculos realizados siguiendo las metodologías aceptadas por los expertos a nivel internacional. Esta cifra queda, pues, muy lejos del dato de más de 5,3 millones de toneladas de emisiones de CO2 que imputa el ayuntamiento», han explicado.
De hecho, los responsables municipales atribuyen al Puerto y al Aeropuerto de Barcelona una emisión de CO2 cuatro veces superior al conjunto de la ciudad (tráfico rodado, hogares, gestión de residuos …) Concretamente atribuye a la ciudad 3,4 millones de toneladas de CO2 anuales mientras que el volumen de emisiones del Puerto de Barcelona sería de 5,3 millones de toneladas de CO2 y el aeropuerto 7,6 millones de toneladas. Ambas infraestructuras sumarían casi 13 millones.
Pero en el caso del Puerto, además, los datos municipales le atribuyen otras afectaciones sobre la calidad del aire. El puerto puede llegar a generar hasta el 12% de las partículas en suspensión del aire que hay en la ciudad y más del 7% de los óxidos de nitrógeno.
Como reacción a esta contaminación el ayuntamiento quiere que el puerto no amplíe terminales de cruceros y reduzca las escalas de los grandes cruceros y el puerto se defiende diciendo que con sus cálculos «el Puerto de Barcelona emite 10 veces menos CO2 que la ciudad de Barcelona «. Guerra de cifras.