Una compañía norteamericana ha presentado el proyecto Elysium City para Extremadura, un sucedáneo del Eurovegas que anuncia más de 11.000 millones de inversión y 4,5 millones de visitantes anuales.
A estas alturas de nuestra historia turística parece poco creíbles movimientos inversores de estas características. Casinos, hoteles, parque acuático, campo de golf, estadio de fútbol pensado también para conciertos, comercios, restauración… una música que ya suena de otras iniciativas fallidas que al final quedan en nada o en realidades descafeinadas. En el mejor de los casos, estos complejos hacen bueno lo de que “del dicho al hecho, hay un trecho”.
Los promotores, la empresa estadounidense Cora Alpha, prevé abrirlo en 2023 ocupando una superficie de 1.200 hectáreas en el término municipal de Castilblanco (Badajoz) donde además se ubicaría un helipuerto y una estación del tren de alta velocidad. Cinco años para tan magna inversión se antoja más que insuficientes. BCN World, en la Costa Daurada, es un buen ejemplo.
Las cifras del proyecto vuelven a ser de vértigo: a parte de los 3.200 millones de euros de la primera fase, hablan de contratar 3.000 trabajadores para la construcción del complejo y 5.000 empleos al final de esta etapa. En la presentación de Elysium City ha participado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. El gobierno extremeño cuenta con la Ley de Grandes Instalaciones de Ocio pensada para proyectos de este tipo.
Las obras podrían comenzar en nueve meses o un año. Ojalá sea una realidad, aunque la magnitud del bluf puede ser mayúscula cuando se leen las intenciones incluidas en la segunda fase del proyecto. Se trata de una inversión adicional de 8.800 millones de euros, a partir de 2028, para crear islas flotantes, pista de Fórmula 1, centro ecuestre, noria gigante y más hoteles de 5 estrellas.