Barcelona y Madrid siguen a la cola en la recepción de turistas procedentes de China. Una potencia turística a nivel mundial como España, que ocupa el segundo puesto en el ranquin detrás de Francia, no puede permitirse una atracción tan baja de turistas chinos.
Únicamente el 7% de los turistas chinos que visitan el continente europeo hacen escala en España. La razón seguramente radica en la poca atracción que suscita el destino en el segmento de compras y la escasa proyección de marca. Destinos como Reino Unido, Italia, Francia o Alemania, superan a España de forma considerable.
Cabe recordar que China es el primer emisor de turistas del mundo con más de 130 millones de ciudadanos de este país que viajan anualmente al extranjero. El Gobierno español ha anunciado su intención de agilizar la tramitación de visados. España tiene 15 centros de visado pero tarda más de dos semanas en la tramitación mientras que Italia tarda cinco días, Alemania tres días, Suiza dos o Francia uno. Sobre esta cuestión, el embajador de China en España explica cómo en otros países están eximiendo del visado a sus ciudadanos hasta que llegan al aeropuerto de destino que es donde se tramita.
El turista chino se encuentra entre los que realizan un gasto más elevado. Las consecuencias pueden ser nefastas para España si queda al margen del crecimiento que está experimentando en la actualidad este mercado emisor, y que seguirá en el futuro. Existe un claro mercado que ahora se está desaprovechando y el riesgo de descolgarse de este cliente es evidente.
