¿Qué ha sido de la dramática caída turística que predijo Exceltur en Cataluña?
Cierto que los datos de turismo de octubre no han sido buenos para Cataluña. El conflicto político catalán ha restado turistas al destino, eso parece una evidencia, pero en ningún caso se ha acercado a la caída del 30% que pronosticaba Exceltur.
La ciudad de Barcelona ha sido la más afectada durante el último mes. La ocupación hotelera ha bajado un 7% y el ingreso por habitación disponible (RevPar) ha caído un 13%. Estos resultados de Barcelona son los más negativos expresados por el sector turístico catalán.
Exceltur encendió todas las alarmas cuando a mediados de octubre anunció desplomes del turismo del 30% en Cataluña con un descenso sostenido para el cuarto trimestre del 20%. Sus predicciones situaban una pérdida de 1.200 millones de euros en ingresos hasta final de año. Ahora se constata que sus augurios no se ajustan a la realidad. Algunos ejemplos concretos de estos días: el gigante hotelero NH ha cifrado en 500 mil euros las pérdidas asociadas al proceso político catalán y la estación de esquí de Baqueira ha calificado de residuales las cancelaciones y ya cuenta con un incremento de las reservas de un 5%.
Las agencias de viajes catalanas representadas por ACAVe han estimado la caída del turismo en un 12%, cifra importante pero lejos del 30 o el 40%. En este descenso, ACAVe computa también los efectos de la huelga de El Prat y el atentado terrorista del mes de agosto.
Un dato relevante ha sido el récord obtenido por los aeropuertos catalanes con la llegada de un 3,2% más de pasajeros internacionales el mes pasado, con 1,6 millones de pasajeros, cifra histórica en un mes de octubre. Además, las compañías aéreas que operan en el aeropuerto del Prat ofrecerán un 13,4% más de plazas esta temporada de invierno, según datos facilitados por Aena, lo que corrobora la confianza de las aerolíneas en el destino.
La Asociación Turística de Apartamentos de la Costa Brava (ATA), por boca de su presidente Lluís Parera, ha afirmado que la situación política no ha provocado por ahora ningún daño destacable. Los destinos de costa durante estos meses no están a pleno rendimiento y siempre que la inestabilidad no se alargue la factura del proceso será prácticamente imperceptible.
Capítulo aparte están teniendo los viajes del Imserso que sí se han resentido ostensiblemente. Las peticiones de viajes de los pensionistas con destino a Cataluña han caído un 50% esta temporada. En este caso, las agencias lo atribuyen a la tensión política catalana y a una percepción de inestabilidad social por parte de los turistas mayores.
El año de cruceros en Barcelona no está siendo bueno. El descenso de cruceristas es del 2,8% de enero a octubre. Así pues es importante saber que este comportamiento se va acumulando durante toda la temporada y no está ligado a los últimos acontecimientos.
Sin duda el momento que está viviendo Cataluña a nivel turístico no es positivo provocado por el contexto político y social, pero en ningún caso se puede calificar de apocalíptico. Está en manos de los responsables públicos y políticos encontrar un clima de estabilidad y seguridad. La importancia económica del sector bien lo merece. Las imágenes de huelgas, manifestaciones, policías… no transmiten la imagen de un destino agradable para visitar.